Reinicio sin Dios: la vida biológica como nuevo paradigma

Por: Miguel Antonio Ortiz Pinales

Es interesante ver como estás medidas implementadas por los gobiernos mundiales están teñidas con matices religiosos. Esto lo digo porque el nuevo Narciso del nuevo mundo no puede estar apegados a principios de carácter religiosos.

Este nuevo hombre que se siente desnudo ante el mercado es el consumidor perfecto, esto se debe a que no tiene raíces, es un ciudadano del mundo, embrutecido, esclavo de unas ideas preexistentes.

Desde la perspectiva de Agamber (2020), la salud ha sustituido a la salvación, la vida biológica ha tomado el lugar de la vida eterna y la Iglesia. El compromiso del hombre de la era postpolítica es con el consumismo, convirtiéndose en un individuo desnudo ante el mercado.

En el reinicio no se busca la creación del súper hombre al estilo de Nietzsche, ni tampoco el surgimiento de un nuevo dios Todopoderoso y Trascendente. Lo que se busca es un hombre sumiso, sin ideas propias, que solo tenga el deseo de llegar a su casa después de una larga jornada de trabajo y disfrutar de Netflix. Esta persona tendrá en su mente una serie de ideas y conceptos pensados por un sistema que lo eximió de su libertad individual.

El único un interés de este nuevo ser, será estar sumergido en el mundo de las redes sociales, esperando las reacciones de sus seguidores. Una persona con estás características o tendencias no tendrá la capacidad de emitir juicios de forma crítica y sistemática, el nuevo Narciso es acrítico.