
Por: Miguel Antonio Ortiz Pinales
Estás leyes decimonónicas y draconianas son un claro indicador de que existe una tendencia creciente a utilizar el estado de emergencia como auténtico paradigma de gobierno (Agamber, 2020 ). Cabe la posibilidad de que este virus sirva para instaurar un estado totalitario, donde las personas solo tengan el derecho de obedecer. Por otro lado el pensador Zizek (2020), asevera con ahínco que el covid nos obligará a reinventar el comunismo. Esto es un claro indicio de que se busca un reseteo social. Desde el punto de vista del autor antes citado, la Pandemia es una especie de ataque de la “técnica del corazón explosivo de la palma de los cinco puntos” contra el sistema capitalista global.
Asimismo, el filósofo italiano Franco “Bifo” Berardi (2020), arguye que: “el miedo a una Pandemia es más peligroso que el propio virus”. El miedo es el mejor instrumento para manipular voluntades y crear metarelatos. El virus es una realidad, no se puede decir lo contrario, pero según los datos ofrecidos por la OMS, la mediana de la tasa de letalidad por la infección de la COVID-19 fue del 0,27 % (corregida en un 0,23 %). Sin duda alguna estás medidas excesivamente severas, son una herramienta eficiente para el disciplinamiento. Digo esto porque las restricciones para controlar la propagación de la enfermedad, han surgido de los modelos chinos, en pocas palabras se puede afirmar que el dragón oriental, ya es referente y ejemplo en cuanto al control social de las poblaciones (Zibechi, 2020).
Sin duda alguna lo que se busca tras la proliferación del virus es un nuevo reinicio, el COVID19 es el arma ideal para someter a los pueblos. Un factor clave para el control social, son las nuevas tendencias psicológicas que imperan en los progres, las mismas han creado el ambiente perfecto, para el dominio ideológico de la poblacional. Estás condiciones psíquicas son: baja autoestima, que se manifiesta en la hipersensibilidad y la sobresocialización que se encuentra impregnada por la corrección política (Kaczynski). El contexto político y cultural es idóneo, para crear una cosmovisión del mundo, el cual tiene que ser asumida por los sistemas políticos occidentales. Para Muzio (2021), este sistema de pensamiento, no se limitará a ver el mundo, sino que buscará la forma de influenciar en él. Se puede aseverar que el individuo como ser Social estaba en un estado total de comodidad, sumergido en su realidad, y un hombre acomodado; difícil que obedezca órdenes directas y urgentes, pero esto cambió con la propagación del virus. Esta enfermera ha permitido que nos adentren de forma involuntaria en el estadio de una nueva disciplina, donde las órdenes tienen que ser obedecidas sin más (Muzio, 2021).
Se busca eximir al hombre de su libertad, ya no vasta decir por quien tiene que votar o lo que tiene que comprar en el mercado, se busca crear un nuevo ser sin racionalidad. En el futuro el vestigio de voluntad que aún exista en el hombre se debe de regir por la nueva democracia. Es decir que seremos pensado, no tendremos la capacidad de hacer juicios críticos sobre la realidad social. Nuestra única libertad será repetir las narraciones del estado mesiánico. Para Muzio (2021), son miles los individuos que repiten las nuevas verdades, que teñidas de salud buscan modificar la conducta de los seres humanos. La Pandemia no se puede desaprovechar, es perfecta porque el temor al contagio del otro es el terreno ideal para que los ciudadanos abdiquen de sus libertades y eliminen su dimensión social. Un hombre en comunidad sobrevive, un organismo en la soledad está condenado al fracaso.



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