Por Ignacio GUERRERO.
La inflación se ha afianzado en el inicio de este 2022 y este martes el dólar se acercó al 58×1, situación que preocupa a los consumidores en Santiago y demás pueblos de la región Norte del país.
Periodistas de LA INFORMACION y de Minuto a Minuto constataron que los artículos de primera necesidad registran alzas entre un 20 y 25 por ciento, lo que implica el desplome del poder adquisitivo de la población.
También, según denuncias de personas entrevistadas por los reporteros, las tarifas de los servicios de electricidad, recogida de basura, telefónico y otros aumentaron en estos primeros días del nuevo año.
Amas de casa consultadas por los comunicadores sociales, narraron que los productos agropecuarios, embutidos, huevos, carnes, pescado, cereales, vegetales y detergentes registran una subida exorbitante.
A eso se suma el incremento de los precios de los combustibles, aumento de la renta de casas y apartamentos, tendencia alcista del dólar, encarecimiento de las viviendas, alza en la tasa de préstamos y encarecimiento del transporte.
Comerciantes, empresarios e industriales confirmaron que el proceso inflacionario arrancó con fuerza en el 2022 y atribuyeron el problema al incremento de los costes de producción, implemento de las tarifas del transporte de carga, alza de los carburantes y la tendencia alcista de la prima del dólar.
Artículos básicos de la canasta familiar como plátanos, huevos, pollo, aceites, arroz, habichuelas, salami, pan, galletas, tomate, lechuga, vinagre, azúcar, víveres y otros “están por las nubes”.
Por ejemplo, la libra de carne de pollo, la de mayor consumo en el país, oscila entre 80 y 105 peso, el aceite de 64 onzas que costaba 268 pesos se disparó a 300 pesos y la unidad de plátano subió de ocho y diez pesos a 15 y 18 pesos.
La capacidad de compra de la población mayoritaria, conforme a los datos proporcionados a la prensa, se ha desplomado porque los ingresos no alcanzan para adquirir lo necesario en busca de vivir con dignidad, en la medida hay un desequilibrio entre los salarios nominal y real, respectivamente.
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