Por Editorial Periódico Camino.
Ya estamos en Cuaresma. Este período es propicio para que hagamos una revisión de nuestras vidas a nivel personal y comunitario. Todos estamos llamados a tener una conversión profunda. No solo los creyentes. La situación que atraviesa la humanidad no deja espacio para la indiferencia.
Es urgente que cada persona asuma su responsabilidad,hay muchos senderos torcidos que hay que enderezar. La violencia y las injusticias niegan el plan de Dios.
Hoy es preciso asumir el compromiso de construir un mundo nuevo. Comencemos siendo solidarios con los que sufren, y como dice el Papa Francisco en su mensaje para
esta Cuaresma: “No nos cansemos de hacer el bien, porque, si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su debido
tiempo.”
A nuestro lado encontramos a diario dominicanos que están pasando por muchas penurias. A veces carecen hasta
de lo indispensable para vivir, situación que se está agravando con la inflación, trayendo como consecuencia el aumento del número de los empobrecidos.
Ante estos tiempos difíciles, recordemos siempre no cansarnos de hacer el bien. Multipliquemos las acciones solidarias. Solo así seremos felices.