
Por Ignacio GUERRERO.
SANTIAGO. – Para el arzobispo emérito de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, la fiesta de la “Cruz de Cristo”, su crucifixión, que tiene cada 14 de septiembre, “nos hace recordar que forma parte de nuestra vida diaria”.
“Cada día tiene sus cruces y es una realidad de la existencia”, proclamó de la Rosa y Carpio, en el segmento “Un Momento” que se presenta en las programaciones de Radio Visión Educativa-UTESA, RVE (canal 54 de Claro), y SuperTv55.
“Me gusta poner mucho el ejemplo de los estudiantes, todo aquel que quiere progresar y avanzar tiene que hacer sacrificios. Un estudiante está estudiando, pero tiene que cargar su cruz de cada día, su cruz de estudiar, como dicen los dominicanos y en otras partes del mundo de “fajarse”.
Y agregó “por eso, cada día tomar nuestra cruz como algo bueno, positivo. La cruz no es para sufrir, no somos sádicos, pero sí sabemos que a través del sufrimiento alcanzamos triunfos”.
“Sin cruces, -expuso monseñor de la Rosa y Carpio- no hay resurrección, no hay gloria. La cruz de cada día nos llevará a la gloria de siempre”.
La cruz diaria de los gobernantes es concentrarse en un trabajo en favor de la población, de los trabajadores producir riquezas y la de los ciudadanos sujetar su comportamiento a principios éticos, vocación de servicio, practicar la solidaridad, respetar el derecho a la vida, tener fe en Dios y asumir con responsabilidad los retos para construir una mejor sociedad.


