Por: Luis Córdova
La prensa, ejercida con responsabilidad, ha sido un problema para regímenes autoritarios y para liberales intolerantes.
Pero, ¿es la prensa el mejor de los negocios como para lavar dinero?
Al menos dos casos llaman la atención: Juan Lorenzo Holmann, en Nicaragua, director del nonagenario periódico La Prensa, ha sido procesado por esa acusación y el medio pasó a control del gobierno de su país; el otro es el guatemalteco El Periódico, que con igual señalamiento ve detenido a su titular, José Rubén Zamora. También en El Salvador se la señala a El Faro de lo mismo.
¿En dónde está el negocio de la prensa para permitirse este riesgo sin quedar evidenciado?
¿Qué lava la prensa? ¿Conciencia? ¿Intolerancia?
Pensar que un fotoreportero nicaragüense debe huir de su país, que impulsar un periódico digital pueda acarrear cárcel y que las acusaciones acallan a los que deben ser la voz de otros, es un triste escenario que nos obliga a pensar los límites de la libertad y en quienes imponen esa “libertad”.