La Gran Meta para el 2023

Todavía los aires del año nuevo acarician nuestros días. Su frescor acompaña los sueños que albergamos, brindándonos la oportunidad de hacerlos realidad.

Tengamos siempre presente durante estos doce meses del 2023, que es mejor encender una luz, que maldecir la oscuridad.

Tenemos que encender luces de optimismo y esperanza para enfrentar los retos que tenemos. Uno de éstos es buscar salidas a la situación que atraviesan miles de jóvenes dominicanos. Parece que perdieron el amor a la vida. Caminan sin ideales. Los vicios que les han puesto en sus sendas los adultos, los están llevando a un callejón sin salida.

Jóvenes con apenas 20 años, ya parecen ancianos, y en sus rostros vemos las huellas de la soledad existencial en que se encuentran.

Les hace falta encontrarse con el mensaje que nos trajo el Salvador de la humanidad, Jesús de Nazaret. En Él encontrarán razones para vivir, y darse a los demás en busca de un mundo mejor.

En su viaje apostólico a Madrid, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, en agosto del 2011, el Papa Benedito XVI, a quien hemos despedido en esta semana en su regreso a la Casa del Padre, le decía a los jóvenes: “La fe no se opone a sus ideales más altos, al contrario, los exalta y perfecciona. Queridos jóvenes, no se conformen con menos que la Verdad y el Amor, no se conformen con menos que Cristo”.

Estado, familia y sociedad en general, recordemos que ayudar al desarrollo integral de nuestros jóvenes debe ser una meta prioritaria para este 2023. Sólo así tendremos un presente y futuro de prosperidad para nuestro país.