Por Andrés Bonilla
A propósito de que este miércoles vuelven a reunirse los partidos y miembros de la sociedad civil interesados consensuar ideas y planteamientos de cara a la firma de un pacto por el respeto y la defensa de la Soberanía Nacional, lo más prudente es poner el interés de la patria por encima de los intereses partidarios o personales.
Recordamos que el presidente Luis Abinader, expresó en el discurso de rendición a la nación el pasado 27 de febrero, en el salón de la Asamblea Nacional; “Debemos adoptar compromisos con la formulación y ejecución de políticas de Estado eficaces y coherentes, tanto en materia de seguridad y defensa como de política exterior en relación a la crisis de Haití”.
En la primera convocatoria, para sorpresa de los dominicanos, los grandes ausentes fueron los partidos de la Liberación Dominicana (PLD) y el Revolucionario Dominicano PRD), respectivamente.
En el caso del PLD y su eventual candidato presidencial, Abel Martínez, dan muestra de incoherencia e inmadurez política, pues se contradice con su histórico discurso de defensa a la Soberanía Nacional, que ha llevado como bandera durante años y que en su momento ganó adeptos.
Hoy solo por hacerse sentir ante el oficialismo el candidato peledeísta ha cometido errores en torno a ese tema, por ejemplo le respondió al presidente con una cháchara, “no es un pacto que hace falta, son pantalones”, obvio que esa respuesta muestra falta de madurez política y perfil de un estadista.
Para cerrar con broche de oro desde el jefe de campaña del candidato opositor hasta las autoridades del partido morado le quitan el escenario, emitiendo opiniones al respecto, la pregunta del siglo es; ¿será adrede que lo hacen?, no lo dejan respirar, él tendrá que colar su café bien claro o de seguir así, podría enterrarse políticamente.
Pero es que acaso en dos años y medio se le olvido que ellos fueron gobierno durante dieciséis años seguidos y vez de ponerse los pantalones, implementaron el famoso Plan de Regulación para ilegales residentes en República Dominicana.
Pero se olvidó el alcalde de Santiago que fue quien traslado el mercado de Las Pulgas de Pueblo Nuevo a la autopista Joaquín Balaguer, donde los vendedores en su 90% son ciudadanos haitianos, ¿Dónde estaban los pantalones?, en conclusión debemos ser coherentes en lo que se practica y lo que se dice.
El caso del PRD y Miguel Vargas se entiende, pues en la última década ha sido el político más ciego a la hora de actuar y tomar decisiones, el mejor ejemplo es, que llevó su partido de tener la mayor votación en el sistema electoral, a ser uno de los minoritarios, accionar de la que los morados no están muy lejos, de seguir así.
La lógica obliga en este momento histórico a participar del escenario donde saldrán políticas migratorias que puedan tener continuidad de Estado, y una nación fortalecida a través de la integración de todos los sectores que inciden en la República Dominicana, el país nos necesita.