Por Editorial Semanario Católico Camino.
La explotación de las personas es un crimen de lesa humanidad, es verdad. Pero la explotación de la mujer es un crimen mayor, porque destruye la armonía que Dios ha querido dar al mundo.
Así lo dice el Papa Francisco, y nos hace bien al recordar que el pasado miércoles 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer.
Esta fecha nos llama a sensibilizarnos frente al drama que sufren tantas mujeres aquí, y en otras naciones. Cuando vemos tantos casos de violencia que ellas sufren, da la impresión de que estamos retrocediendo en lograr la meta de una convivencia de respeto. Pero no. La ruta emprendida en favor de la vida nadiepodrá detenerla.
Hoy son muchas las instituciones que van tejiendo la esperanza de un nuevo día a través de un trabajo de concienciación con las mujeres.
Ahí está la Fundación Mujer Iglesia, de Santiago, que por mas de 30 años viene contribuyendo con este proceso de que se respete la dignidad de la mujer. Ya los frutos de esta siembra se están cosechando.
Ya tenemos decenas de mujeres del llano y la montaña caminando sin las cadenas que por décadas les impedían avanzar hacia un nuevo estilo de vida. Hoy las vemos defendiendo los valores que dan sentido a nuestra existencia.