Las ruinas del convento de San Francisco, ubicadas en la Zona Colonial, sirven como parqueo de lunes a sábado, y los domingos reviven para ser un lugar de ocio, entretenimiento y hasta una atracción que atrae a cientos de turistas cada semana.
El Grupo Bonyé se ha presentado en las Ruinas cada domingo, de 6:00 de la tarde a 10:00 de la noche cada, por los últimos 16 años. Y ahora, sus éxitos conciertos de jazz, bachata, merengue, entre otros ritmos tropicales se han convertido en objeto de estudio internacional, por parte del arquitecto dominicano Alejandro Ascuasiati.
En el “Estudio etnográfico de manifestaciones culturales relacionadas con las artes en el espacio público. Caso: Bonyé, Centro Histórico de Santo Domingo”, el arquitecto reunió durante dos años, 2018 hasta 2020, los aspectos que convierten a Bonyé en uno de los patrimonios de la sociedad dominicana.
Durante su ponencia en la Semana de la Investigación organizada por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), el arquitecto explicó cómo esta investigación “atiende formas de apropiación del territorio en centros históricos, donde se mezclan sitios de valor patrimonial con manifestaciones culturales emergentes”, según también explica en su tesis doctoral publicado por el departamento de Artes de Universidad de Guanajuato, en México.
Los encuestados en la investigación indicaron que Bonyé representa “una amenidad para los turistas”, “un aporte a la sociedad” y “un lugar de diversión”.
Sin embargo, aspectos como los “servicios sanitarios” y el “tamaño y forma del sitio” fueron considerados como condiciones del lugar que son inadecuadas.