El martes, el relator de la ONU sobre las formas contemporáneas de la esclavitud, Tomoya Obokata, solicitó explicaciones al Gobierno de Cuba sobre supuestos abusos que sufren personal médico y otros profesionales del país cuando desarrollan misiones en el extranjero. Cuba ya ha rechazado en el pasado estas acusaciones, pero el relator expresó nuevamente su preocupación por la vigilancia, abusos, a veces sexuales, y explotación a los que se verían sometidos estos trabajadores, cuyos salarios son en gran parte confiscados.
Médicos, marinos, artistas y deportistas cubanos trabajan en el extranjero bajo contratos establecidos por el régimen caribeño. Retención de pasaporte, retención de salario, acoso y abusos sexuales son algunas de las acusaciones sobre las que el relator de la ONU ha pedido explicaciones a Cuba. La ONU ha retomado las denuncias realizadas por la ONG con sede en España Prisoners Defenders.
“Retención de salario media del 85%”
“Los médicos cubanos, los ingenieros cubanos, los profesores cubanos, los artistas cubanos y los deportistas cubanos van al extranjero a través de empresas cubanas o del propio Estado cubano, con una retención de salario media del 85%”, explica Javier Larrondo, presidente de Prisoners Defenders.
“El Gobierno cubano negocia $4,700 en Calabria y solo le da al médico cubano $1,200. Entonces están trabajando en Italia por $1,200 al mes, por debajo del salario mínimo en dicho país. En otros países, el salario es aún más bajo, por ejemplo, en Catar son $700, que está por debajo del nivel de pobreza, cuando el Gobierno cubano cobra hasta $13,000 por cada médico”, ejemplifica.
Vigilancia e intimidación
Aparte de la explotación económica, Javier Larrondo denuncia la vigilancia e intimidación a la que están sometidos estos trabajadores cubanos: “El régimen cubano impone su legislación en el exterior, de tal manera que si dejas el trabajo tienes ocho años de prisión según el Código Penal, artículo 176. Pero además, existe otra legislación que regula las misiones y que te obliga, por ejemplo, a informar sobre tus relaciones amorosas o de amistad con cualquier persona del país donde trabajas, a tu jefe de misión. No puedes salir, tienes toque de queda, no puedes hablar con nadie”, detalla.
Pero según él, “hay algo aún peor”: el 50% de los médicos que salen tienen hijos pequeños “porque los eligen con ese arraigo en Cuba para que no se escapen”. Y si deciden dejar el trabajo, “como no pueden condenarlos a ocho años de prisión, lo que hacen es impedirles volver a la isla durante ocho años”.
Según la ONG Prisoners Defenders, alrededor de 50,000 personas, entre médicos, enfermeras y otros profesionales, viven esta situación de abusos por parte de funcionarios cubanos.