Editorial periódico Camino
El domingo 18 de febrero nuestro pueblo irá a las urnas para elegir a las nuevas autoridades municipales. Se escogerán 158 alcaldes, y mil ciento 64 regidores. También 235 directores municipales y 735 vocales. Estaremos en presencia de una verdadera fiesta de la democracia.
Esperamos que los ciudadanos y ciudadanas escojan a los mejores representantes de sus comunidades. Aquellos que han demostrado una vocación de servicio por encima de las apetencias grupales y personales. Los que por su conducta merecen la confianza de sus conciudadanos sabiendo que no serán traicionados.
Los que presenten un programa de trabajo acorde a las reales necesidades de sus comunidades.
Los que hacen una campaña limpia basada en principios y no en descalificaciones de sus rivales.
Los que no promueven la división de nuestra gente en base a discordia y difamación.
Esperamos que los aspirantes a llegar a las alcaldías y distritos municipales internalicen las bienaventuranzas del Cardenal vietnamita François-Xavier Nguyễn Vãn Thuận y que nos las recuerda el Papa Francisco:
Bienaventurado el político que tiene una alta consideración y una profunda conciencia de su papel.
Bienaventurado el político cuya persona refleja credibilidad.
Bienaventurado el político que trabaja por el bien común y no por su propio interés.
Bienaventurado el político que permanece fielmente coherente.
Bienaventurado el político que realiza la unidad.
Bienaventurado el político que está comprometido en llevar a cabo un cambio radical.
Bienaventurado el político que sabe escuchar.
Bienaventurado el político que no tiene miedo”.
Si nuestros candidatos y candidatas cumplen estas bienaventuranzas, tendremos un país cada día mejor.