RICHMOND, Estados Unidos, (AFP) – El expresidente Barack Obama volvió a la arena política este jueves para apoyar a dos candidatos demócratas, abandonando el bajo perfil que había mantenido desde que dejó la Casa Blanca en enero.
El exmandatario demócrata participó en una reunión de campaña en el estado de Nueva Jersey, cerca de Nueva York, para apoyar al demócrata aspirante al puesto de gobernador, Philip Murphy, y por la noche participaría en un otro mitin en Virginia.
Estas dos elecciones tendrán lugar el 7 de noviembre, un año después de la sorpresiva victoria de Donald Trump en la elección presidencial, que tuvo lugar el 8 de noviembre de 2016. En todo este tiempo Obama ha evitado criticar en forma abierta al republicano Trump.
– Un silencio casi total
Pero la importancia de estas elecciones es sobre todo por su rareza: los estadounidenses no suelen acudir a ninguna votación antes de las elecciones de mitad de período de 2018. “Solo hay dos elecciones de importancia este año (en Estados Unidos), y son por las gobernaciones de Nueva Jersey y de Virginia”, explicó a la AFP el profesor de ciencias políticas Larry Sabato.
“La idea es obtener una posición ventajosa para las elecciones de mitad de mandato en 2018”, explicó.
Desde que dejó la Casa Blanca el pasado 20 de enero, el primer presidente negro de Estados Unidos se ha mantenido al margen del debate político, fiel a la tradición de reserva y bajo perfil que han observado otros expresidentes tras dejar el poder. Luego de tres meses de vacaciones, comenzó a escribir sus memorias, ha hablado poco públicamente y prácticamente no ha concedido entrevistas.
Las pocas veces que ha roto su silencio ha sido para tratar temas de importancia nacional, como la inmigración, la cobertura de salud y la lucha contra el cambio climático. Pero en el encuentro con activistas demócratas este jueves, entre quienes mantiene una gran popularidad, el 44º presidente podría verse tentado a lanzar algunas flechas a Trump, quien no es precisamente discreto a la hora de romper públicamente con cualquier cosa que represente a su predecesor.
– La prueba de las elecciones
En Nueva Jersey el puesto de gobernador parece destinado al demócrata Philip Murphy, quien sucedería al republicano Chris Christie, antiguo amigo cercano de Trump con poca popularidad al término de su gestión.
“Los demócratas tienen todo listo para ganar en Nueva Jersey, así que solo Virginia será un terreno en donde la lucha será cerrada”, dice el profesor Sabato. Virginia es importante ya que es el único estado histórico del sur que ganó Hillary Clinton en 2016, y su importancia se acentúa si se tiene en cuenta su cercanía con la capital federal, Washington.
En Richmond, antigua capital de los estados confederados, Obama apoyará al candidato demócrata Ralph Northam. Este ex médico militar, que compite contra el republicano Ed Gillespie, apareció con una pequeña ventaja en una encuesta publicada el miércoles.
La llegada de Obama en este centro de negocios con más de 220.000 habitantes provocó la formación de largas filas para conseguir una entrada para la reunión pública.
Consciente de la importancia de estas elecciones para apuntalar la estrategia de mantener la mayoría en el Congreso, el presidente Trump ha acusado a Ralph Northam de luchar en favor de criminales hispanos al apoyar ciudades que son un santuario para inmigrantes ilegales.
En cuanto a Ed Gillespie, un exconsejero de George W. Bush que se ha convertido en un lobista millonario, ha mantenido una prudente distancia del impredecible Trup, que le ha dado su apoyo públicamente.