Una de las iniciativas aprobadas por la Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el BID Invest en su reunión en Punta Cana fue una capitalización de US$3,500 millones para financiar proyectos del sector privado.
Esto significa que empresarios de la región de Latinoamérica y el Caribe podrán acceder a estos préstamos a tasas bajas para desarrollar proyectos que tengan un impacto social.
El ministro de Hacienda, Jochi Vicente, espera que estos fondos sean aprovechados por la República Dominicana, que es uno de los países “que más usa la ventanilla privada del BID”.
El BID Invest es el brazo de inversión en el sector privado del Grupo BID y prioriza proyectos que contribuyan al desarrollo de la región, tales como producción de energía limpia, modernización de la agricultura y mejoras a sistemas de transporte.
“Nuestros empresarios pueden ahora tocar las puertas del BID Invest para tener financiamiento a tasas muy buenas, con condiciones muy competitivas”, afirmó el ministro.
Los gobernadores del BID aprobaron también el programa One Caribbean, Amazon for Ever y BID para las Américas.
El presidente del BID, Ilan Goldfajn, dijo en el cierre de las sesiones que firmaron nuevos préstamos, acuerdos de acompañamiento y cartas de intención con Barbados, Brasil, Chile, Paraguay, Eslovenia, Suecia, Suiza, Japón, Trinidad y Tobago y el CAF (Banco de Desarrollo de América Latina).
“Nos ayudarán a hacer desde el lanzamiento de la Carretera Panamericana para Salud Digital, para reducir la desigualdad de género, invertir en digitalización, mejorar la gestión fiscal, infraestructura resiliente y desarrollar la industria del hidrógeno verde”, detalló Goldfajn.
Tres reformas
El presidente del BID informó que fueron aprobadas por consenso por los gobernadores de los 48 países que integran la institución las tres reformas para relanzar el trabajo que hacen.
En primer lugar, una nueva estrategia institucional que busca incrementar el impacto y la escala de su labor, enfocada en la pobreza e inequidad, impulsar el crecimiento económico y manejo del cambio climático.
“Por lo tanto, podemos aumentar el impacto y la escala de cosas como nuestro programa educativo con el Banco Mundial, cuyo objetivo es reducir la pobreza y la desigualdad ayudando a 3.5 millones de estudiantes a aprender mejor en 12.000 escuelas en 16 países”, manifestó Goldfajn.