Dr. Príamo Rodríguez Castillo.
Trigésima Novena Parte
La investigación del medio ambiente, tiene un carácter interdisciplinario, para estudiar los efectos del aumento de la población, del crecimiento económico, del incremento del consumo sobre su entorno natural y su recuperación en los ecosistemas; los aspectos socioculturales de las causas y motivos y el control de la crisis medioambiental constituyen las tareas principales propias de la sociología ecológica.
Hoy, nos vamos a centrar en su misión que es la de prevenir las perturbaciones ambientales, y descubrir los sistemas de protección y prevención adecuados, así como planificar las tecnologías de acción más viables y eficaces.
Las interacciones entre el hombre y su medio ambiente aumentan cada día más y con ellas las perturbaciones derivadas. Como veremos, la investigación es normalmente, para tratar de minimizar estos daños en fases iniciales, por ello la dirigimos conceptualmente en la prevención y estudio. Así, se tendrán las herramientas que permitan proponer las líneas de actividad más adecuadas para mejorar el bienestar general del ser humano; que este conozca aquellos elementos y condiciones que repercuten para vivir una situación más pertinente en los cambios del mundo y del propio medioambiente.
Siempre se deben tener presentes algunas situaciones provocadas por la problemática ambiental, tal como contaminación atmosférica, principalmente, en zonas urbanas, o las alteraciones del paisaje, saltan a la vista de todos. Otras, la mayoría son menos obvias y poco detectables; me refiero a las interacciones a largo plazo, a las perturbaciones a larga distancia, a las modificaciones a nivel global como son las alteraciones químicas de la atmósfera, del mar o de las aguas continentales y de los suelos; o la artificialización, siempre bien orientada, de los alimentos, etc.
De todo ello, se dice que la investigación ambiental tiene un campo enorme y muy complejo para que pueda ser cubierto en una acción total y unitaria. Por eso, la tendencia general es hacer el trabajo sobre líneas definidas y puntuales en la mayoría de los casos, de forma que entre todos los problemas ambientales que se nos presentan, seleccionaremos los temas prioritarios, según razonamientos de peso.
La naturaleza tiende a formar ecosistemas estables, en los que se almacena una biomasa apreciable; en ellas, la relación entre la productividad bruta y la biomasa es baja. El hombre actúa, en contradictoriamente, buscando la mayor productividad posible con una biomasa baja, lo que es equivalente a biocenosis poco maduras.
Si esta actitud se generaliza, como de hecho ocurre, el resultado es la carencia de ecosistemas maduros con todo lo que ello implica de desequilibrio climático, geofísico, etc.
Para resolver este problema, no nos queda otra solución que profundizar y generalizar la gestión ecológica de los recursos, teniendo presente el punto de vista ecológico en toda actividad atropógena.
¿A qué nos obligamos con esta actitud? Sencillamente, a apoyarnos más en las leyes de la naturaleza y a controlar el despilfarro de los recursos, liberando en lo posible a los ecosistemas que componen la biosfera, de forma que no se caiga en el error anteriormente indicado, de promover la creación de ecosistemas inmaduros. Esto no quiere decir que debemos volcarnos en posiciones opuestas a las mantenidas hasta ahora, sino que es necesario establecer un equilibrio entre los factores económicos, ecológicos, sociológicos y sanitarios, que tenga también en cuenta las necesidades y las aspiraciones de una sociedad que se desenvuelve y progresa como una especie de ecosistema “sui generis”.
La investigación ambiental, por consiguiente, es un pilar básico para las actuaciones en las vías que hemos indicado, pues ella debe orientar en cuanto a previsiones, protección y planificación se refiere, presentando una serie de alternativas si estas existen, que orienten a los responsables para marcar las líneas más razonables a seguir.
Pienso que ahora estamos en condiciones de desarrollar un estudio más amplio de acuerdo al procedimiento metodológico de la investigación ambiental con la cual desarrollaremos en los siguientes temas fundamentales:
• Búsqueda de bases científicas para establecer criterios significativos ambientales.
• Establecimiento de bases tecnológicas que permitan el desarrollo progresivo de niveles de control de la calidad ambiental.
• Estudio de las diferentes alternativas tecnológicas en función de su aspecto económico, que permitan mejorar la calidad ambiental, así como buscar los incentivos más apropiados a cada situación.
• Estudio de aquellas metodologías científicas, técnicas, económicas, sociales, geoecológicas e institucionales que permitan comprobar la eficacia de las diferentes opciones de gestión ambiental, teniendo en cuenta las necesidades a nivel del país.
• Estudio y ejecución de acciones modelos, susceptibles de extrapolación que permitan resolver parte de los problemas planteados por la contaminación ambiental, y otras perturbaciones del medio.
Visto este procedimiento sobre la misión, bajo la forma metodológica adecuada, vamos a exponer los campos o áreas fundamentales de investigación, para tratar de localizar, identificar y dar solución, si ha lugar, a los problemas planteados en las diferentes alteraciones ambientales, para lo cual la acción inicial a emprender es componer el cuadro de actividades que abarque, de forma explícita, todos los temas que sean susceptibles de estudio. Creemos que las áreas que ahora indicamos con sus correspondientes desarrollos fundamentales, así como las bases generales, ya tratadas, podrán ser lo suficientes para desarrollar una acción investigadora general, como dijimos, a nivel del país.
Pensamos en estos temas, ya que no sería difícil llevarla a su pleno desarrollo.
Ejemplo:
En el caso de la salud sería necesario estudiar impactos por la contaminación del aire, de las aguas, del suelo y de los alimentos y al propio hombre.
Los procesos ecológicos sobre los que la actividad humana genera agresiones diversas al medio ambiente natural y, en consecuencia, a los sistemas ecológicos que como sabemos muy bien forman parte de él.
El transporte que produce una transferencia de contaminantes en distintos elementos que inciden en un daño ambiental.
La gestión de residuos que hoy más que nunca causa un serio problema ecológico, como vemos en Santo Domingo, Santiago, Puerto Plata, etc., principalmente.
Los procesos industriales constituirían un punto básico, ya que, por fin, el Ministerio de Medio Ambiente, los ayuntamientos y el Ministerio de Salud se han empeñado más que nunca en normar su contaminación permanente.
Los contaminantes urbanos vistos en todo el espacio urbanístico y comercial que, obviamente, es uno de los principales problemas nacionales.
La producción energética, no sólo la contaminación por el proceso del combustible, sino los derrames, ruidos y desechos al mar y a los ríos.
El apoyo técnico, a los controles, a la extensión, a la planificación, etc.
Tenemos en proyecto desarrollar estas ideas y puntos, pues la población dominicana es cada día más sensible a estos temas ecológicos que, indiscutiblemente, aunque ya se están atendiendo algunos problemas, es imprescindible un estudio situacional del país, en lo que corresponde científicamente, para realizar una investigación ambiental. Esta es nuestra propuesta e iniciativa, la cual esperamos poder llevar a cabo junto al Ministerio de Medio Ambiente y a los ayuntamientos. UTESA, está en la mejor disposición de aportar todo lo que sea posible, principalmente, en el desarrollo de investigaciones, en cuya área tenemos buenas experiencias. ¡Enhorabuena!
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