Atlanta, USA.- El presidente Joe Biden y su rival republicano, Donald Trump, se enfrentarán el jueves para un debate que ofrece una oportunidad incomparable para que ambos candidatos intenten dar forma a la narrativa política.
El mandatario demócrata tiene la oportunidad de asegurar a los votantes que a sus 81 años es capaz de guiar a Estados Unidos. Mientras tanto, Trump, de 78, podría aprovechar el momento para dejar atrás su sentencia de culpabilidad en Nueva York y convencer a millones de que su temperamento es apto para regresar a la Oficina Oval.
Biden y Trump llegan al debate con feroces vientos en contra. Según las encuestas, ninguno de ellos es del agrado de la mayoría de los estadounidenses y ofrecen visiones marcadamente diferentes sobre prácticamente todos los temas centrales.
Planes rehacer gobierno
Trump ha prometido amplios planes para rehacer el gobierno si regresa a la Casa Blanca y Biden sostiene que su oponente amenazaría la democracia de la nación.
A poco más de cuatro meses del día de las elecciones, sus actuaciones tienen el potencial de alterar la trayectoria de la contienda. Cada palabra y gesto se analizará no solamente por lo que dicen, sino también por cómo interactúan entre sí y cómo resisten la presión.
Trump y Biden no han estado en el mismo escenario, ni siquiera han hablado entre sí, desde su último debate semanas antes de las elecciones presidenciales de 2020. Trump se saltó la toma de posesión de Biden después de liderar un esfuerzo infructuoso y sin precedentes para revertir su derrota que culminó con la insurrección del Capitolio por parte de sus partidarios el 6 de enero de 2021.
La transmisión del jueves por CNN será el debate electoral general más temprano de la historia. Es el primer debate presidencial televisado organizado por un solo medio de comunicación después de que ambas campañas abandonaron la Comisión de Debates Presidenciales, un organismo bipartidista que había organizado todos los enfrentamientos desde 1988.
Robert Kennedy no calificó
Según las reglas de la cadena, el candidato independiente Robert F. Kennedy Jr. no calificó.
Con el objetivo de evitar una repetición de sus caóticos enfrentamientos de 2020, Biden insistió —y Trump estuvo de acuerdo— en celebrar el debate sin audiencia y permitir que la cadena silenciara los micrófonos de los candidatos cuando no fuera su turno de hablar. Habrá dos pausas comerciales. Los candidatos han acordado no consultar al personal ni a otras personas mientras las cámaras estén apagadas.
Se prevé que en el enfrentamiento estén presentes las contrastadas opiniones de los candidatos en temas como la inmigración, la seguridad en la frontera, las guerras en Ucrania y Gaza, el papel de Estados Unidos en el mundo y sus alianzas; así como la inflación, la política fiscal, inversión gubernamental y el cambio climático.
Al salir del debate, tanto Biden como Trump viajarán a estados competidos. Trump se dirigirá a Virginia, que en los últimos años se ha inclinado hacia los demócratas; y Biden tiene previsto viajar a Carolina del Norte, donde se espera que celebre el mitin más grande de su campaña hasta la fecha en un estado que Trump ganó por poco margen en 2020.