QUITO — La decisiva jornada electoral en que los ecuatorianos elegirán un nuevo mandatario entre un postulante oficialista de izquierda y un ex banquero de derecha, transcurre el domingo con relativa normalidad, en medio de la expectativa de los votantes debido a encuestas previas que daban mínimas diferencias entre uno y otro.
El candidato del gobierno, Lenín Moreno, ha propuesto continuar las políticas del régimen identificado con el socialismo del siglo 21 y que pregonan la preminencia del ser humano sobre el capital, mientras que el opositor y millonario de derecha, Guillermo Lasso, ha señalado la necesidad de impulsar el emprendimiento y el empleo como mecanismos para generar y distribuir riqueza.
Las últimas encuestas daban diferencias hasta de un 4% entre uno y otro postulante.
El analista y catedrático de la universidad Católica de Guayaquil, Xavier Arosemena, en diálogo con The Associated Press, dijo esperar que “sea la democracia la que triunfe, que haya respeto a los resultados y la decisión de los ciudadanos, no importa el resultado, pero espero que todo transcurra en paz, estamos cansados de tanta violencia (verbal)”.
Se refiere al estilo confrontador del mandatario saliente Rafael Correa, con más de 10 años en el poder, que se ha enfrentado y ha atacado a diversos sectores que no han estado de acuerdo con sus políticas, y a las últimas semanas de campaña en que incluso Lasso fue agredido físicamente por una turba de simpatizantes de la otra tienda política.
Tras ejercer su derecho al voto, a primera hora de la mañana, Correa destacó que las elecciones ecuatorianas son “muy importantes para ver si continúa esa tendencia (en la región de dar un giro a la derecha) o retoma fuerza la tendencia progresista”.
Se refiere al giro conservador que ha experimentado la región con el triunfo presidencial de Mauricio Macri, en Argentina; la destitución de Dilma Rousseff, en Brasil y el abultado triunfo parlamentario de la oposición venezolana, entre otros.
Consultado acerca de la transición con el nuevo gobierno, Correa dijo que “va a ser una transición pacífica informada sin sobresaltos y con la mayoría de los problemas resueltos”.
Invitó a la concurrencia masiva a la urnas “será la mejor forma de asumir la responsabilidad ineludible que todos tenemos con el futuro del país”.
El domingo, un total de 12,8 millones de ecuatorianos han sido convocados nuevamente a las urnas, luego de que el 19 de febrero en una primera ronda quedaran finalistas Moreno y Lasso.
La jornada empezó a las 7 de la mañana (1200 GMT) y debe terminará a las 5 de la tarde (2000 GMT), tres horas después de lo cual se prevé la entrega de los primeros resultados.
El nuevo mandatario que será electo en esta jornada debe asumir el poder el 24 de mayo de este año.