Por: Emilia Santos Frias*
Tener el hábito de compartir noticias positivas, educativas, culturales, halagos, contribuye en gran manera a potenciar que se gestionen informaciones positivas en la sociedad. A que se cree sentido de positividad, y, en consecuencia, se motive el combate de antivalores para alcanzar salud social.
Esto así, porque, cuando se acuña y comparten noticias positivas; una rutina sencilla y sana, se elimina sesgo de negatividad, practicada tendencia que exhibe la población, por haber sido educada, orientada a enfocarse más en los hechos negativos. Obviando así, acontecimientos de suma importancia que ocurren y realizan conciudadanos para el desarrollo de su nación. Por ejemplo, acciones desde el arte, la política, economía, turismo…
¡Necesitamos menos críticas, más halagos y más comunicación positiva! Como es bien sabido, los hechos desagradables aparecerán en la eventualidad que les caracteriza. Nuestro compromiso es hacer visibles casos que hacen aportes a la presente y futuras generaciones; que contribuyen a la felicidad, no a la aparición de trastornos o patologías sociales.
Es necesario quitarle poder a la información negativa; dejar de darle papel protagónico; matices para su consumo masivo, y con ellos, hacerla presente en la memoria humana. Esa práctica menoscaba la psiquis, y enferma el estado de ánimo.
En cambio, sí se asume promover informaciones positivas, desde la primera infancia, con esta construcción estaremos posibilitando que se identifiquen ambientes seguros, por lo que, se rechazara en el futuro, escenarios nocivos. Además, se fortalecerán aprendizajes y toma de decisión positiva.
A sabiendas de que, expertos en la conducta humana señalan que no se puede negar que los pensamientos negativos son necesarios para sobrevivir, el enfoque positivo de la información, la comunicación, crea balance; genera bienestar. Esta es una afirmación del Centro de Psicología de Madrid. “Experimentar plenamente momentos positivos…, detenerse y tomar el tiempo de crear recuerdos agradables para el futuro…, enfocarse en aspectos positivos vividos”.
La encomienda puede realizarse también desde el periodismo de soluciones, herramienta clave para conectar con la población en sus segmentos o audiencia multigeneracional. Como bien recomienda la profesora Candela Ollé, experta en Ciencias de la Información y de la Comunicación.
“En un mundo ahogado en las noticias negativas, el periodismo de soluciones identifica los retos de la actualidad y plantea soluciones a partir de casos de éxito inspiradores”. Como bien expresa la maestra, hoy, a la juventud, aunque parezca lo contrario, les gustan las noticias inspiradoras. Con ella hacen frente a retos globales. Si la hacemos hábitos, estos la emularán y mitigaremos costumbres insanas.
En modo seguro, este tipo de periodismo procura innovar; propicio progreso, confianza de la población en los medios de comunicación, al tiempo de inspirar a la comunidad informada y comprometida en avanzar hacia cambios positivos. Esta afirmación es del periodista Alfredo Casares, autor de: La hora del periodismo constructivo.
Sin lugar a equivocarnos, el periodismo de soluciones, aborda distintos temas pertinentes, para la garantía de prerrogativas humanas. Actualmente hace lo propio para que la salud mental de todas las personas, sea objeto de auxilio oportuno, incluso en el lugar de trabajo. Porque, para nadie es secreto que, tras la pandemia, han aumentado los síntomas de trastornos como la ansiedad y depresión en las poblaciones.
Es compromiso de toda la población buscar cambios positivos para su sociedad. Las y los periodistas desde el Periodismo de soluciones, asumen el compromiso. Informan utilizando un discurso constructivo; cuentan historias que, al tiempo de producir alianzas en las audiencias, las hace asumir compromisos, confianza y exhibir cambios de comportamientos, pero para bien, positivos; significativos. Porque es un ejercicio ético, que no revictimiza, todo lo contrario, además, hace posible el ejercicio de ciudadanía.
Hasta pronto.
* La autora reside en Santo Domingo. Es educadora, periodista, abogada y locutora.