Siete personas fueron asesinadas a tiros la noche del sábado en Ecuador, en la tercera masacre registrada esta semana en la convulsa localidad de Durán, dominada por bandas criminales, informó el domingo la policía.
“La estructura Latin King realiza un ataque a la estructura Chone Killer y como resultado (hay) siete personas fallecidas”, declaró a la prensa el coronel Roberto Santamaría, jefe policial del distrito Durán.
En las calles aún estaban los rastros de sangre del tiroteo, que según Santamaría fue producto de una venganza. “No es un acto aislado. Esto viene siendo una sucesión de actos violentos que iniciaron con la muerte de cinco miembros de una banda, ellos buscan represalias con otros cinco actos (muertes)y así sucesivamente”, explicó.
El martes pasado, cinco personas murieron en Durán (suroeste y vecina a Guayaquil) cuando pistoleros que usaban trajes similares a los del ejército abrieron fuego. Un día después se registró otra masacre en la que cinco ciudadanos fallecieron también por disparos.
Con la del sábado, son tres masacres en una semana en medio de un estado de excepción decretado ante el incremento de la violencia de grupos narcotraficantes.
En esta última murió un hombre que había sido liberado por la justicia pese a haber sido encontrado hace dos meses con armas y explosivos.
El ataque se dio en la noche, mientras los siete sujetos salían de un billar. Dos vehículos se acercaron y desde ellos salieron los disparos.
Los Latin Kings y los Chone Killers tienen una fuerte presencia en Durán, un cantón de unos 300.000 habitantes. Estas bandas “tienen un poder armamentístico, economías criminales, ya no es solo el narcotráfico sino la extorsión, también tenemos reclutamiento de menores” en esa zona, describió Santamaría.
Guayas, donde está la ciudad de Durán, es una de las seis provincias de Ecuador que están bajo estado de excepción a causa del repunte de la violencia. A la lista se suman Los Ríos, Manabí, Santa Elena, El Oro y la amazónica Orellana, además de las ciudades de Quito (Pichincha), y la localidad minera de Camilo Ponce Enríquez (en Azuay).
La resolución incluye un toque de queda por siete horas en las poblaciones de Guayas, Los Ríos y Orellana, además de Ponce Enríquez.
El gobierno sostiene que con sus intervenciones entre enero y octubre ha logrado reducir los homicidios, pasando de 6.037 en el mismo periodo de 2023 a 4.959 este año.
Las muertes violentas en Ecuador -considerado ahora un centro logístico del narcotráfico- se dispararon en los últimos años. La tasa de homicidios pasó de 6 en 2018 a 47 asesinatos por cada 100.000 habitantes en 2023.
FUENTE EXTERNA