El primer ministro de Líbano acusó este viernes a Israel de rechazar cualquier alto el fuego con Hezbolá, después de que su ejército bombardeará bastiones del movimiento libanés en la periferia sur de Beirut.
Al menos 10 misiles han hecho volar por los aires algunas de las calles de los suburbios, donde hasta hace un mes y medio vivían 700,000 personas. Pero también han dinamitado la esperanza por un posible alto el fuego.
Órdenes de expulsión
Israel ha enviado órdenes de expulsión poco antes del bombardeo, mientras la gente dormía. La mayoría de la población de estos barrios ha evacuado en fechas anteriores, pero hay miles de personas que no tienen a donde ir.
Amos Hochstein, negociador de la Casa Blanca y ciudadano israelí, aparentemente no volverá a la capital libanesa tras su paso por Israel para continuar con las negociaciones y habría regresado ya a Estados Unidos.
De ser así, las posibilidades de acordar un cese al fuego en el país se desvanecen.
El primer ministro de Líbano, Najib Mikati, había declarado ayer que los esfuerzos diplomáticos estadounidenses podían materializar la tregua en las próximas horas. Sin embargo, la mayoría de los libaneses no compartían su optimismo, conocedores del posible oportunismo estadounidense, a pocos días de las elecciones en la potencia norteamericana.
Mikati parece haber cambiado de opinión este viernes, tras asegurar que los bombardeos de Israel contra Beirut demuestran falta de interés por el lado israelí en encontrar soluciones diplomáticas al conflicto.
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