Sector servicio absorbió el 89% de la inversión extranjera directa que recibió el país en 2024

Los flujos de inversión extranjera directa (IED) que llegan al país se distribuyen en diferentes sectores de la economía nacional aportando dinamismo y dotando al país de la divisa necesaria para cumplir con sus obligaciones.
En 2024, República Dominicana recibió US$4,523.2 millones de IED (un 3% más que en 2023) y según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) el 89% se concentró en el sector servicio, reflejando un incremento en la entrada de recursos hacia ese sector, cuando en muchos países se registró una disminución y un aumento en el sector manufacturero.
El crecimiento de la IED estuvo impulsado por el sector de los servicios, que creció un 18% y representó el 89% de las entradas totales del país. En cambio, el sector manufacturero se contrajo un 36%, y terminó representando el 10% del total.
Las entradas en el sector de los recursos naturales, por su parte, cayeron un 86%, lo que redujo la participación de este sector a apenas el 1%, expone el organismo en su informe “La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2025”.
El sector de servicios, también conocido como sector terciario de la economía, abarca todas las actividades económicas que no producen bienes materiales, sino que brindan servicios a consumidores, empresas y al sector público. Lo componen áreas como el comercio, la banca, las telecomunicaciones, la educación, la salud, el transporte, el turismo, y otros servicios profesionales como la publicidad o la asistencia legal.
Recomendaciones
El estudio apunta que la experiencia internacional demuestra que los esfuerzos de atracción y mantenimiento de inversiones focalizados en ciertos sectores pueden ser muy exitosos.
Refiere que si bien la elección de estos sectores e inversiones difiere según el país o territorio, se recomienda atraer inversiones en los sectores que cada uno considere estratégicos, según sus ventajas competitivas iniciales, ya sea por su contribución al empleo, a las exportaciones, a la innovación, a la diversificación productiva, al desarrollo de infraestructura, al desarrollo sostenible u otros criterios que se apliquen en cada caso.
Sin embargo, el organismo propone un conjunto de 14 sectores impulsores que, por sus características dinamizadoras del crecimiento y la productividad, tienen el potencial de contribuir en gran medida a una transformación productiva. Estos son la industria farmacéutica y de ciencias de la vida; la industria de dispositivos médicos; la fabricación avanzada; la exportación de servicios modernos o habilitados por las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC).
Igual señala la sociedad del cuidado; los servicios intensivos en trabajo; el gobierno digital; la transición energética: energías renovables, hidrógeno verde y litio; la electromovilidad; la economía circular; la bioeconomía: agricultura sostenible, recursos genéticos y bioindustrialización; la agricultura para la seguridad alimentaria; la gestión sostenible del agua, y el turismo sostenible.
A estos sectores impulsores se suma un área transversal de reubicación geográfica de la producción y de las cadenas de valor a nivel mundial.


