
Bailó samba en Río de Janeiro, hinchó en un estadio de fútbol en Buenos Aires y disfrutó de las delicias de gastronomía limeña: la británica Dua Lipa sedujo a América Latina al hacer suyas las pasiones y melodías de los países que visitó en su gira por la región.
Atractiva, carismática y cargada de canciones exitosas, la cantante de origen albano-kosovar tenía al público en el bolsillo antes de llegar a inicios de noviembre a Buenos Aires, donde empezó la gira.
Y ya en tierras latinoamericanas la fascinación fue total.
“Es de las pocos artistas pop que demuestra tanto interés por realmente conocer la cultura de los lugares a los que va y en conectar así con sus fans”, dijo Sara Canto, ingeniería mexicana de 34 años, que asistió a uno de los conciertos visitando un conjunto negro de cuentas que, según relató a AFP, cosió durante tres semanas para esta noche estelar.
Canto recorrió en dos autobuses y un avión los 900 kilómetros que separan Coahuila, el estado donde vive, de la Ciudad de México para llegar al recital.
En esta capital, una taquería con su nombre, La Dua, abrió temporalmente en Ciudad de México, donde sus fans anhelan verla llegar a probar los tacos nombrados como sus canciones, antes de que cierre su gira el viernes.
“Eduarda Felipa”
El deleite con que Dua exploró cada ciudad marcó la gira.
En Río de Janeiro, vivió como una auténtica carioca: sambó en una popular “escola”, bailó el tradicional ritmo del forró en un conocido bar y apreció la famosa puesta del sol en la playa de Ipanema, según sus publicaciones en Instagram.
Esta devoción fue premiada con un documento de identidad brasileño (simbólico) entregado por un popular presentador de TV, con el nombre de “Eduarda Felipa”, como la bautizaron sus fans brasileños.
En Buenos Aires, abrazó la gran pasión argentina: el fútbol. Acudió a la Bombonera, casa del club Boca Juniors, para ver el superclásico contra River Plate, vestida con la camiseta de la selección albiceleste.
Con la cantante en el palco, Boca ganó 2-0, en un partido que muchos hinchas titularon en redes sociales “el dualipazo”.
Peruanos y chilenos también celebran el interés de Dua por sus atractivos culturales.
En Lima, cenó en uno de los restaurantes del chef Gastón Acurio, quien llevó la cocina peruana al escenario internacional, y en Maido, fue considerada el número uno del mundo.
Mientras en Santiago, visitó la Viña Concha y Toro, parada habitual en los recorridos de la ruta del vino chileno.


