BEIRUT (AP).- Varios cazas atacaron el sábado la localidad siria donde una ofensiva con armas químicas dejó decenas de muertos hace unos días, al tiempo que Turquía advirtió que la represalia estadounidense con misiles contra una base aérea siria sólo será “cosmética” si no se efectúan mayores esfuerzos para derrocar al presidente Bashar Assad.
Los ataques aéreos sobre el poblado nororiental de Khan Sheikhoun, en poder de la oposición y donde 87 personas perdieron la vida en el reciente ataque con armas químicas, dejaron una mujer muerta y a su hijo herido, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos con sede en Gran Bretaña y los Comités Locales de Coordinación, un colectivo de activistas.
En otras partes en Siria, ataques aéreos encabezados por Estados Unidos causaron la muerte de al menos 21 personas, entre ellas una mujer y sus seis hijos que huían en una embarcación por el río Éufrates, cerca de Raqqa, la autoproclamada capital del grupo Estado Islámico y objetivo de una importante ofensiva de las fuerzas sirias encabezadas por los curdos con apoyo de Washington, dijeron los activistas.
El ataque aéreo sobre una localidad en poder de los rebeldes en la provincia norteña de Idlib dejó por lo menos 18 muertos, entre ellos mujeres y niños, según el Observatorio y el grupo activista Ariha Today. De momento no queda claro qué bando del conflicto efectuó el ataque.
Cerca de la ciudad de Homs, en la región central, una bomba estalló a bordo de un autobús que transportaba a trabajadores, lo que provocó la muerte de una mujer y que más de 20 personas resultaran heridas, según la televisión estatal y el Observatorio.
Debido al ataque con armas químicas, Estados Unidos disparó casi 60 misiles Tomahawk contra una base aérea siria en las primeras horas del viernes. Esa acción dejó nueve muertos y constituyó la primera vez que Washington ataca directamente a las fuerzas del gobierno sirio desde que la guerra empezó en 2011.
El ataque estadounidense fue aclamado por la oposición siria y los que la respaldan, entre ellos Turquía y Arabia Saudí, pero Rusia e Irán, que apoyan a Assad, lo condenaron enérgicamente y señalaron que agredir a las fuerzas del gobernante sirio complicará la lucha contra los grupos extremistas.
El canciller turco Mevlut Cavusoglu dijo que el ataque aéreo estadounidense debería ser el inicio de un nuevo intento para poner fin a la guerra civil, en la que aproximadamente 400.000 personas han muerto y más de la mitad de la población ha sido desplazada.
“Si esta intervención se limita solo a una base aérea, si no continúa y si no eliminamos al régimen que gobierna Siria, entonces esto seguirá siendo una intervención cosmética”, dijo Cavusoglu en la ciudad sureña turca de Antalya.
Dijo que el mejor desenlace sería un acuerdo de paz que conduzca a un gobierno de transición aceptable para todos los sirios, después de las elecciones en las que todos ellos, incluidos los que viven en el exterior, pudieran votar para elegir a la nueva dirección del país.
Para que eso ocurra, señaló, “es necesario que este Assad opresor se vaya”.