El ‘sí’ a la reforma constitucional para aumentar los poderes del presidente Recep Tayyip Erdogan se ha impuesto en el referéndum de este domingo en Turquía, rezan los últimos datos de la agencia Anadolu. Con un 99,86% de los votos escrutados, un 51,24% de los votantes se han mostrado a favor de conceder más competencias a Erdogan, mientras que un 48,76% ha votado en contra. Los cambios previstos para la Constitución entrarán en vigor a partir de 2019.
En Estambul las autoridades han acordonado la céntrica plaza de Taksim, que ha sido cortada al tráfico por cuestiones de seguridad, según la agencia Dogan. En la mayor de las ciudades del país el ‘no’ ha ganado por una estrecho margen.
Este domingo, 16 de abril, se ha celebrado en Turquía el referéndum constitucional impulsado por el gobernante Partido de Justicia y Desarrollo (AKP). 55,3 millones de personas fueron llamadas a depositar su voto en los 167.140 colegios electorales habilitados para esta ocasión en todo el país.
Estos son algunos de los 21 cambios que otorgan más poder al mandatario turco:
- todo el poder Ejecutivo se concentra en manos del presidente
- se elimina la figura del primer ministro
- el jefe de Estado obtiene el derecho de nombrar vicepresidentes, ministros y altos funcionarios
- los decretos presidenciales influirán en las decisiones sobre la creación, disolución, funciones y estructura de los ministerios
- el presidente obtiene el derecho a anunciar el estado de emergencia con aprobación del Parlamento
- asimismo, podrá designar a varios miembros del máximo órgano judicial del país
- también podrá emitir decretos sin aprobación de los legisladores (aunque podrán ser anulados por el Parlamento en el futuro)
Durante 11 años (2003-2014) Erdogan fue jefe de Gobierno turco, antes de asumir el cargo presidencial en 2014. La reforma constitucional le permite permanecer en el poder hasta 2029 si ganara las elecciones que tendrán lugar en Turquía en 2019 y 2024.
Las consecuencias del plebiscito pueden ser graves y conllevar enfrentamientos civiles, ya que la sociedad está dividida más que nunca ante dos visiones del país, una más laica y otra que aboga por una mayor influencia del islam.