Por Semanario Católico Camino.
Rep. Dom. –El último domingo de mayo los dominicanos nos llenamos de ternura y cariño hacia el ser humano que nos brinda el amor más parecido al de Dios. Por eso, lleno de alegría y nostalgia, para quienes ya vieron partir hacia la morada eterna a esa mujer insustituible, alzamos nuestras voces y las unimos al canto de doña Trina de Moya y entonamos: Quién como una madre con su dulce encanto, nos disipa el miedo, nos calma el dolor, con solo brindarnos su regazo santo, con solo cantarnos baladas de amor…
Que en este día tan especial, y siempre, veamos en nuestras madres a la mujer entregada, abnegada y servicial que merece nuestro amor, respeto y cuidado que no debe circunscribirse a un día del calendario.
Que todos, autoridades y pueblo desterremos todas las barreras que le impiden a la mujer dominicana vivir con la dignidad con la cual Dios las creó.
Cuidado con pensar que con regalos ocasionales, a nivel personal, o político se está resolviendo el problema de marginalidad y precariedades en que viven tantas madres en nuestro país, situación que acelera su deterioro de salud.
Esperamos que desde el Estado surjan políticas sociales eficientes que les permitan ser felices. Es el mejor regalo en su día.
No la posterguen más
La aprobación de la Ley de Partidos es una necesidad. No puede continuar engavetada permitiendo a la clase política seguir actuando de espalda a la transparencia y honestidad que exige la democracia.
Nuestros obispos escuchando el latir del corazón del pueblo sobre este tema, han planteado en su reciente Nota, del 18 de mayo lo siguiente: … “La Ley de Partidos Políticos que ha sido tan esperada por la sociedad y dejada durante más de una década fuera de la agenda del Congreso, siempre anunciada más siempre postergada; esta es la oportunidad de su aprobación, no la desaprovechemos. Entendemos que nuestros legisladores tienen el reto y el desafío de romper esa prolongada espera y asumir la responsabilidad con el criterio consensuado por todos y cada uno de ellos, y que responda a los principios democráticos del ejercicio partidario.”
En otro apartado de este documento expresan:… “aspiramos a que desaparezcan radicalmente las prácticas corruptas del enriquecimiento ilícito, a través del ejercicio de la política, buscando equidad en el gasto, en el uso de los medios de comunicación, así como en la inversión legal de los recursos del Estado y la administración de encuestas científicas y comprobadas fuera de toda manipulación”
Hagamos caso a estas sabias orientaciones, y evitaremos situaciones dolorosas que empañarán el futuro de la Patria.