Por Editorial Camino.
Rep. Dom. -La sociedad dominicana continúa aturdida por la cantidad de hechos violentos que suceden cada día. No salimos del asombro al ver el deterioro que se está produciendo en las relaciones interpersonales. Frente a un conflicto, o divergencia, la respuesta es la violencia ciega que lleva a la muerte.
Un choque entre dos vehículos genera tragedia. La discusión por un parqueo en un establecimiento comercial, o en un residencial lleva a un duelo mortal. Los conflictos familiares por una herencia destruye los lazos fraternales que crecieron en el hogar. En fin, la lista es larga de acciones que destruyen la convivencia civilizada.
¿Cuáles causas nos están llevando a este panorama sombrío?
Como hemos manifestado en otras ocasiones, tenemos el entierro de los valores por un segmento importante de la población, trayéndonos como consecuencia estos vientos de discordia.
El alto consumo de estupefacientes entre tantos jóvenes que perdieron el rumbo de sus vidas, y hoy vegetan en nuestras calles siendo una bomba de tiempo que estalla en cualquier momento, dejando una estela de dolor.
Vemos cómo el afán demoledor de acumular fortuna, no importando la vía para adquirirla, está presente en el corazón de muchos. Ahí tenemos a tantos personajes del mundo político, quienes hoy ostentan riquezas que difícilmente pueden justificar, y eso es violencia, porque la corrupción es un cáncer que lleva a la muerte a cualquier sociedad, y la historia es testigo de esta afirmación.
Frente a esta realidad no podemos permanecer de brazos cruzados. La indiferencia es la peor actitud que podemos tomar.
Llegó la hora de sacar de raíz las causas que generan esta incertidumbre en que estamos viviendo los dominicanos.
Sin embargo, frente a estos signos de muerte, nos alegra observar cómo en muchas comunidades se multiplica la realización de cursos y talleres de resolución de conflictos, para que entendamos la importancia del diálogo para llegar a un acuerdo amigable.
También, las iniciativas en contra de la pobreza extrema que se están llevando a cabo en varios puntos del país, ya que las injusticias sociales se convierten en cantero en donde germina la violencia que tanto daño nos está causando.
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