Rep. Dom.- Un día como hoy nació la niña Emely, la segunda criatura de la unión entre Genaro Peguero y Adalgisa Polanco, sin ninguno jamás imaginarse que a sus 16 años de edad le sería quitada la vida junto a una criatura en su vientre.
A nueve meses de su muerte, las secuelas del horrendo crimen permanecen en su familia, su comunidad, provincia y en el país que quedó consternado tras la tragedia.
Pese a que sus padres se separaron y se mudaron de la casa donde vivían originalmente, la habitación de Emely se mantiene intacta y encerrada.
En esa habitación permanecen las pertenencias, fotos, dibujos, juegos y accesorios que describen la inocencia que poseía la adolescente al momento de su muerte.
Quienes son señalados por dar muerte a la menor, aún permanecen cumpliendo prisión preventiva, y un día antes de su cumpleaños se conoció la audiencia preliminar contra las personas presuntamente responsables de su muerte.
Pese a lo ventilado que ha sido el proceso judicial de este caso ante los medios de comunicación, este ha sido incidentado en varias ocasiones, por lo que a nueve meses del crimen, se desconoce cuándo sería el juicio de fondo contra sus implicados.
Momo todavía la espera
Cuando Emely nació, sus padres adquirieron un animalito al cual llamaron Momo, un perrito chiguagua que tiene la edad de la niña, al cual ella se aferró, e igualmente el animal le tomó cariño, como si fuera su madre.
Momo fue comprado para Emely basado en el mito de que “los chiguaguas curan el asma”, y como la niña en principio padecía estos síntomas, su familia se aventuró a la creencia, y aseguran que desde que llegó Momo, “la niña se sanó”.
De ahí la tan especial relación entre el animal y la adolescente Emely. El cadáver de Emely fue encontrado dentro de una maleta el 31 de agosto de 2017 en una finca de Cayetano Germosén, en Espaillat.