Por Roberto Valenzuela.
La charla del senador Julio César Valentín fue tan detallista e interesante para los jóvenes y estudiantes, que cuando aplaudían y se acomodaban en sus asientos para seguir escuchando las intríngulis de la “Constitución de 1963”, él bromeó: les dijo que no podía seguir diciéndoles más porque entonces no compran su libro.
Todos en el salón abarrotado reían y aplaudían de pie, mientras personalidades y altos dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) lo felicitaban por su excelente charla por motivo del 109 aniversario del natalicio de Bosch. El expositor se veía emocionado de que gente tan joven asimilara los conocimientos de un tema tan complejo o controversial. El evento se realizó en uno de los salones de la Casa Nacional del PLD. Valentín es autor del libro “Dimensiones Liberales y Progresistas de la Constitución de 1963”.
En cada detalle recalcaba el carácter liberal, democrático y humano de esa Carta Magna. Pero advirtió la incongruencia de que acusaran a don Juan de ser todo lo contrario al verdadero sentido del texto constitucional: decían que era ateo, comunista, e injustamente lo comparaban con grandes dictadores como el líder del partido nazi, Adolfo Hitler y el fascista Benito Mussolini.
Valentín comenzó su exposición explicándoles a los jóvenes que un gobierno progresista es el que asume un compromiso con los más humildes, que son la mayoría del pueblo, y no con una élite.
Se introdujeron cambios tan sensibles como lo de que se conocía de forma despectiva como “hijos naturales o ilegítimos”, es decir, fuera del matrimonio, tuviesen los mismos derechos que los nacidos dentro del matrimonio legal. Se trataba de proteger a las madres solteras y sus hijos, pues al ser “hijos de la calle” no recibían ni la herencia del padre.
A casi 60 años de esas reformas, la mujer dominicana sigue denunciando acoso, discriminación salarial en relación con los hombres; y que en ocasiones se tienen que acostar con sus jefes para obtener una mejor paga. “La Constitución de Bosch” establecía el “derecho a la igualdad del salario sin importar el sexo”.
Valentín, exfiscal de Santiago de los Caballeros, explica que los constituyentes trataron de que se respetaran los Derechos Humanos. Por ejemplo, instituyeron “el derecho a la llamada” cuando la Policía apresa un ciudadano.
Un elemento de primer orden fue el establecer que la falta de educación es la causante de todos los males.
Estableció el derecho a la educación gratis. Y puntualizó que la base de la enseñanza es la ciencia, y no la religión y que República Dominicana es un Estado laico, donde hay libertad de culto. No se iba a privilegiar (dar concesiones celebraciones, por ejemplo, a la Virgen de la Altagracia) a los católicos en desmedro de las demás religiones: todos los creyentes iban a tener un trato igualitario.
Patrocinaba la libertad sindical, la huelga y el derecho de los obreros a disfrutar de los beneficios de las empresas. Del mismo modo, patrocinaba la libertad de empresa: el papel del Estado era como regulador-facilitador de los empresarios. Las autoridades establecían las reglas claras y vigilaban para que estas se cumplieran.
Jamás peligró la libertad de empresa, como alegaban maliciosamente los golpistas, sino que fue un pretexto que se usaba en contra de los gobiernos progresistas para desplazarlos del poder. Ante todo, después del triunfo del socialista Fidel Castro en Cuba.
Pero como dijo el senador Julio César Valentín, aunque la charla fue muy buena, hay que leer el libro para comprender el contexto y los cambios que planteaba la “Constitución de Bosch”, como se le ha denominado. Y el porqué del golpe de Estado contra Bosch. Leyendo esa obra vamos a entender el porqué la primera medida de los golpistas fue dejar sin efecto la reforma constitucional.