Por: Roberto Valenzuela
Estamos conscientes que el ministro de las Fuerzas Armadas, Rubén Darío Paulino Sem, como guardia-rancio-trujillista (de la vieja escuela), no tiene por qué ser un estratega en relaciones públicas. Pero debe tener -si no lo tiene lo debe buscar- un vocero y alguien experto que lo asesore en el manejo de esos conflictos que son sensibles en la opinión pública: problemas con Haití, violencia en la frontera, nacionalidad, racismo, fanatismo religioso.
Es lamentable que este caballero, cuando hay un tema que tiene atormentado a la opinión pública de Haití y RD, si abre la boca, mete la pata. Al hablar, lo hace con torpeza, sino con la arrogancia del que tiene mucho poder, pero es muy bruto. Con una ignorancia fatal de que no sabe las consecuencias de lo que dice, y cuándo lo dice. Este jefe militar es “todólogo”, además de ser rey supremo de las Fuerzas Armadas, también es su vocero. Ojalá al ministro le hagan comprender que las relaciones públicas es algo más que dar órdenes (y decir “sí señor, no señor”) o imponerse con poder y dinero.
Un simple ejemplo fue lo que ocurrió con el secuestro de varios médicos en la frontera y la posición indiferente que asumieron los dos militares, mientras esos dominicanos eran vejados por turbas haitianas, dejando claro que nadie controla la frontera.
Ya nosotros habíamos advertido que la soga no podía romper por lo más débil, es decir, que todo el peso de la Ley no podía caer sobre los dos infelices militares, frente a un problema complejo que ellos no controlan. Esos dos soldados se veían con más miedo que vergüenza, estaban seguros de que son tan vulnerables como los secuestrados y que si reaccionaban no iban a quedar vivos ni unos ni los otros.
Paulino Sem debió hablar por medio de un comunicado de prensa bien pensado o bien reflexionado, ya que la opinión pública está sensible, “prendía en candela” con lo que les pasó a los médicos.
No debió improvisar unas declaraciones, como lo hizo, sino que debió escribir un comunicado y leerlo en una rueda de prensa, viendo la parte humana del incidente, pues esos médicos pudieron haber muerto en ese incidente fronterizo. Debió decir que lamentaba lo que les pasó a los médicos; pero que los dos militares hicieron lo que mejor entendían que convenía en ese momento. Además, se debió comunicar con los galenos y ofrecerles su apoyo.
Por el contrario, los médicos se sintieron desprotegidos y la opinión pública reaccionó molesta, cuando, en tono irónico y burlón, Paulino Sem justificó el comportamiento indiferente de los militares. Según él, hicieron lo correcto porque los médicos no tienen ni un rasguño.
Los médicos se quejaron de que el titular de las Fuerzas Armadas, sin concluir el informe de la comisión investigadora que él mismo mandó a crear, descalificara a los médicos. Ahí hubo una contradicción de él con un oficial inferior, el jefe del Ejército, Estanislao Gonell Regalado, que afirmó que no ha concluido la investigación. ¿A quién le creo?
Dónde se invierten los 50 millones por día
Otra de las barbaridades con la que se destapó Paulino Sem se la dijo a la investigadora periodística Nuria Piera y luego la reprodujo el periódico Nuevo Diario. Declaró que cincuenta millones de pesos al día “no es dinero” para sostener a los 6,500 soldados apostados en la frontera domínico-haitiana.
“Tenemos unos 6,500 soldados en la frontera, si usted le pone un costo de alimentación, sueldos, transporte, creo que 50 millones no es dinero para eso”, expresó Paulino Sem a la periodista Nuria Piera, quien afirmó que “se habla” de que esa suma sería el costo de mantener las tropas del país en la frontera.
Asumiendo que ese sería el costo, eso significaría que, en cada uno de los 6,500 soldados dominicanos apostados en la frontera, el Estado gasta 230,760 pesos al mes, suma equivalente a RD$7,692 diarios.
En conjunto, si el gasto diario por los 6,500 soldados asciende a 50 millones de pesos, el total anual por ese concepto sería de 18,325 millones de pesos, que equivale a más del 60 por ciento del presupuesto asignado para este año al Ministerio de Defensa, que es de RD$29 mil 834 millones 306 mil 484, el quinto más alto entre las instituciones del Poder Ejecutivo.
“Recuerde que los militares siempre han defendido nuestra Patria, son las únicas personas que se han mantenido aquí desde el año 1929, con estos campamentos intocables. Si usted ve la frontera hoy se puede dar cuenta que las diferentes pirámides nunca han sido tocada, y quienes la preservan, no es la población, son los 6,500 militares que tenemos en la frontera”, enfatizó el alto rango.
Que los lectores saquen sus conclusiones de dónde se invierten esos millones, si todos conocemos las precariedades de nuestros militares en la frontera.
Mientras que en las altas instancias del gobierno del presidente Danilo Medina hay preocupación por el desasosiego que crea el ministro de las Fuerzas Armadas cada vez que dice lo que no debe decir. Temen que meta la pata y cree un conflicto con Haití…