Por Editorial Camino.
Llega la Navidad. Es la fiesta por excelencia. Nos ha nacido el Salvador. Millones de seres humanos celebramos este gran acontecimiento que cambió el rumbo de la humanidad.
Qué hermoso fuera que los sentimientos de amor, ternura, perdón y solidaridad que renacen en estos días permanecieran durante los 365 días del año. Que no enjaulemos los valores de la fraternidad a estos días del calendario. Navidad debería ser siempre.
Ya es una tradición en nuestro país ver cómo para la cena de Navidad aparecen tantas instituciones gubernamentales, organizaciones y empresas privadas distribuyendo canastas, pero resulta que en muchos hogares esta es una de las pocas ocasiones en las que pueden disfrutar de estos alimentos que debieran estar presentes cada día en la mesa de los empobrecidos.
Hay que trabajar para alcanzar esta meta. Los años no pueden seguir transcurriendo mirando esta realidad, que es una clara expresión de que a la justicia social en nuestro país le falta un largo trecho por recorrer.
Que estos pensamientos del papa Francisco nos ayuden a comprender y vivir la Navidad. Él nos dice:
“Los ángeles de Navidad eres tú cuando cantas al mundo un mensaje de paz, de justicia y de amor. La tarjeta de Navidad eres tú cuando la bondad está escrita en tus manos. La felicitación de Navidad eres tú cuando perdonas y restableces la paz aun cuando sufres. La cena de Navidad eres tú cuando sacias de pan y esperanza al pobre que está a tu lado. La estrella de Navidad eres tú cuando conduces a alguien al encuentro con el Señor”.
Deseamos que la celebración de esta Navidad 2018 nos lleve al compromiso de construir un mundo mejor. Podemos lograrlo.