Monseñor de la Rosa y Carpio asegura los que se corrompen no triunfan en el país

SANTIAGO.-Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, consideró ayer que los triunfadores en la Nación no son aquellos que detentan el Poder o se corrompen, sino los que creen que el país puede avanzar y enfrentan los problemas, aunque los que estén a su lado lo golpeen.

El arzobispo emérito de Santiago, sostuvo que cuando “miremos la historia y aprendamos las lecciones veremos esa situación”.

Los conceptos de monseñor de la Rosa y Carpio están contenidos en su artículo Un Momento, donde analiza los gobiernos históricamente desenfocado en su visión del desarrollo y desde luego la corrupción.

“La corrupción no se puede colocar en la vida de Ulises Francisco Espaillat, no se puede hablar de una doble vida en él, por eso lo derrocaron”, dijo.

El arzobispo emérito, indicó que Espaillat, se mantiene en pie como el dominicano que debe ser, él y Duarte son dos dominicanos que aportaron al país y siguen aportando.
“Quiero invitarlos una vez más a que no dejemos de lado la historia, veamos los personajes de nuestra historia, la historia es siempre maestra de la vida”, dijo.

Puso de manifiesto, que “cuando nosotros pensamos en Santana, que fue un héroe en los días de la Independencia, pero no confiaba en la República Dominicana, una falta de fe en el país, porque Santana se presenta con esa forma ambigua y al fin y al cabo es un perdedor a Buenaventura Báez le acontece lo mismo”.

Señaló que cuando se lee la historia o reseñas acerca de la vida de Báez, que fue cinco veces Presidente de la República, que muy poco a la vida nacional de la Presidencia, porque tenía una serie de problemas dentro de su corazón que no le permitían ser el Presidente que aportaba.

En cambio, frente a ellos dos está Ulises Francisco Espaillat, este hombre fue derrocado, pero fue un hombre de bien, nace de una familia muy organizada, de una vida moral, lo que él vivía en su familia y en su vida privada lo puso en práctica siendo Presidente de la República.

Informó que Espaillat fue un político que se recuerda en la memoria el 25 de abril como el día en que nació un hombre moral y de ética.

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