Por: César Amadeo Peralta (Abogado).
El Congreso Nacional en República Dominicana y sus instituciones gubernamentales, han dejado de lado y no han regulado los servicios que ofrecen las empresas de Valet Parking y sus responsabilidad social, contractual, ni nada que ver con poner orden en esta nueva forma de negocios y de las cuales, algunas personas “entregan” las llaves de sus vehículos al visitar un bar, restaurante, discoteca u otros negocios.
De los mismos salen personas en evidente estado de ebriedad, con serias limitaciones físico-motoras y psíquicas con la intención de manejar una poderosa arma letal, que es su vehículo en marcha, muy posiblemente a altas velocidades y con poder para causar destrucción de vidas y propiedades.
Si se regulara el servicio de Valet Parking mediante una ley especial, estas empresas podrían estar autorizadas no solamente a retener la entrega de las llaves a un conductor ebrio, sino también con la obligación de llamar a la policía o al servicio de emergencias 911.
¿Cuántas personas han fallecido borrachos?, lo más penoso, ¿Cuántos han fallecido por culpa de éstos y aún no es considerado como homicidio involuntario?
Si no hay un régimen de consecuencias y legislaciones previas, todos intentáramos evadir la responsabilidad por el hecho cometido por otro, pero que viene derivado de la imprudencia o negligencia de un establecimiento de venta de bebidas alcohólicas, que no tenía responsabilidad por venta o suministro excesivo de alcohol a una persona.
Si una persona, al llegar a un establecimiento, no le entrega las llaves de su vehículo a los Valet Parking del establecimiento comercial, no hace ninguna responsabilidad contractual del Valet Parking – Propietario del vehículo, pero si es al revés, donde el conductor entrega las llaves, sale borracho y el Valet Parking lo aprecia, a pesar de todo solo atiende a su propina, no le importa lo demás, y el conductor ebrio causa un accidente, daños a la propiedad ajena y muertes, no solo deberá ser responsabilidad del conductor y del propietario del vehículo, sino también el que colaboro a original el resultado material ocasionado.
Cuando el problema pasa, entran muchas hipótesis en busca de responsabilidades y de culpables y se discute si el establecimiento comercial tiene responsabilidad por permitir que el conductor reciba las llaves a través de los Valet Parking en el estado que se encuentra, o si el establecimiento le vendió mas alcohol del debido, o si el establecimiento permaneció vendiéndole bebidas alcohólicas después de la hora establecida mediante resolución para el cierre del establecimiento.
En República Dominicana sin una ley previa, no se puede establecer sanción, y lo que la ley no prohíbe está permitido.
Entonces ¿es necesario o no regir y regular los servicios de Valet Parking?
Si tuviéramos una ley, los dueños de los establecimientos comerciales, las empresas de Valet Parking y sus empleados, estarían obligados a retener las llaves de los vehículos de los conductores ebrios, sin incurrir en violación al derecho de propiedad, porque el fin seria proteger derechos colectivos como el de la inviolabilidad de la vida, la seguridad personal y familia y otros que pueden ser afectados por conductores borrachos al salir manejando un vehículo de un centro de expendio de bebidas alcohólicas.
Mientras esperamos por una ley, seguimos sin obligación contra el imprudente borracho y las empresas de Valet Parking se justifican que no pueden retener las llaves, los dueños de negocios también dirán que no saben de eso, y a Dios que reparta suerte, mientras tanto sálvese quien pueda, porque si existiera una ley, el criterio sería diferente, cada cual tiene responsabilidad en su accionar, cuida su empresa, salva vidas inocentes, y cuando no hay ley nadie le tema a las consecuencias de sus acciones, si hay ley, toman medidas para no ser sancionados.
Por mi parte, este es uno de los varios artículos con los que intento llamar la atención de nuestros legisladores y en los cuales les abordaré diversos temas relacionados a los Valet Parking, sus responsabilidades, obligaciones y regulaciones.