Se derrumban dos edificios en Río de Janeiro; hay 3 muertos

Los bomberos retiraban escombros ayer en busca de sobrevivientes tras el derrumbe de dos edificios en Río de Janeiro, hecho que dejó al menos tres muertos y 10 heridos.

El desplome de los dos inmuebles de cuatro pisos puso de manifiesto la mala calidad de la infraestructura que afecta al país más grande de Latinoamérica, y apuntó los reflectores hacia las milicias ilegales que controlan grandes zonas de Río de Janeiro, incluida aquella en la que se produjo el hecho.

La zona era controlada por milicias y los edificios no contaban con permisos, dijo la oficina del alcalde Marcelo Crivella. Las autoridades sólo pudieron llegar a la zona acompañadas por la policía en noviembre, cuando censuraron los inmuebles, según el comunicado.

Las milicias, integradas por exbomberos, expolicías y exsoldados, les cobran a los vecinos los servicios básicos en las zonas que controlan. Cuando comenzaron a formarse hace décadas, muchos las consideraron una fuerza benéfica porque proporcionaban la seguridad que el estado no podía. Sin embargo, hoy en día dichos grupos son organizaciones delictivas que con frecuencia son consideradas la peor amenaza a la seguridad en Río de Janeiro.

En una práctica llamada “grilagem”, con frecuencia las milicias toman control de terrenos públicos y construyen viviendas ilegales para rentar informalmente. Muchos brasileños optan por vivir en las residencias porque los precios son más baratos que los edificios legalmente registrados, pero no hay regulaciones ni revisiones de seguridad.

El año pasado, anuncios en las redes sociales publicitaban unidades en los edificios que se vinieron abajo. Las publicaciones aclaraban que no eran legales, pero indicaban que los departamentos eran “hermosas inversiones” con elevadores, seguridad las 24 horas y fácil acceso al transporte público.

Un vocero de los bomberos dijo a The Associated Press que se hallaron dos cadáveres y que se acordonó la zona para facilitar la búsqueda. Habló bajo la condición reglamentaria de anonimato, de acuerdo con el protocolo de la agencia.

Una tercera persona identificada como Claudio Rodrigues, de 41 años, fue sacada de entre los escombros, pero murió en el hospital por las lesiones que recibió, según el diario brasileño O Dia.