¡Es una emergencia y punto!

Por Nicolás Arias.

En ocasiones me ha tocado desplazarme hacia el carril de la derecha o al de la izquierda para dar paso a una emergencia, de vehículo cuyas particularidades están dadas por una identificación de un estamento oficial o institución autorizada y que se caracteriza por tener una sirena y luz centella multicolor.

Esto en fiel cumplimiento a los denominados vehículos de emergencia: Cuerpo de Bomberos, de la Policía, de la Defensa Civil, Cruz Roja o instituciones públicas y privadas autorizadas, cuando éstos sean utilizados en servicios de emergencia.

Sin embargo, siempre me he preguntado, ¿Por qué aún existen conductores que no respetan este llamado de emergencia?… A pesar de que es parte de lo que nos enseña y obliga la Ley de Tránsito y Transporte Terrestre de la República Dominicana, sin contar que a diario repiten en los medios de comunicación un llamado a la conciencia de los ciudadanos que tienen la responsabilidad de llevar un volante en sus manos.

Aun así, debemos pensar que es ignorancia, o quizás somos tan indolentes que no pensamos en el prójimo, porque no reflexionar, pues puede ser un familiar suyo el que transportan de emergencia a un hospital y que en estos casos el tiempo cuenta.

Tomando el último argumento, entonces es la falta de educación que prima….Vamos todos a reflexionar y hacer conciencia de lo que significa un minuto o un segundo en estos casos, es cuestión de vida, al momento de escuchar una sirena sólo permita el paso y estaremos contribuyendo a salvar VIDAS.

Existe una gran inversión que debemos ponderar y valorar en su justa dimensión, el 9-1-1, pero fuera de mayor provecho para los dominicanos, si en vez de gastar grandes recursos económicos mostrando las herramientas de trabajo que tiene el estado, lo hiciéramos educando a la ciudadanía en cómo actuar ante una emergencia.

Es una responsabilidad de todos cambiar la cultura de sálvese quien pueda….Quiero entender ¿Por qué?

Entiendo que debe primar mi conciencia como ser humano y solidaridad con mis semejantes.