Desde el occidente un mal mayor que el corona que vino de oriente. ¡ojalá no nos tome desprevenidos también!
Cuando se presentaron los primeros casos de Covid 19 en España e Italia, produjimos un artículo que titulamos que “estamos esperando”.
En él y en artículos posteriores, instábamos a las autoridades a tomar las medidas pertinentes antes de que el mal se nos viniera encima, pues decíamos que al detectarse en esos países al igual que en los Estados Unidos, era como si ya lo tuviéramos en la República Dominicana.
En el orden actual, Haití ha empezado a dar “sus números”.
A los números que den las autoridades haitianas, habrá que agregar un par de ceros a la derecha para que coincidan con la realidad.
Los haitianos entrarán en cuarentena, encerramiento” obligado” pero sin alimentos, sin agua, y sin lo básico de lo básico, para que sobreviva la gran mayoría” situación que hará que Las grandes masas asalten las reservas mayoritarias de las minorías elitistas y algo más y que lo consumirán antes de que cante un gallo en traba.
Una vez que estos suceda, vendrás en masas incontrolables al país. El sentido común a veces el menos común de los sentidos, asi lo indica.
De ahí que, del occidente más cercano vendrá el mal que aún no temen nuestras autoridades y vendrá en dos vertientes en los infectados que se generen allí para una vez tengamos controlados los brotes que por repartición aleatoria nos ha tocado, se infecten los que han sobrevivido y sea la de nunca acabar
.
Vendrán por que en las actuales coyunturas la mayoría de los haitianos solo tienen dos alternativas o morir contagiados por el Covid y con hambre, o tirarse a las calles hasta ver cuánto logran sobrevivir arrebatando lo básico para no morir de inanición.
Cuando hablamos de calle, nos referimos a las carreteras, caminos vecinales, veredas, calles y callejones, campos, montes y ciudades que se encuentran en los 77,914 km² que conforman la isla de Santo Domingo.
¡Quien tenga oídos para oír…, que oiga!!
Hasta la próxima.
Dario Nin