El desconocimiento reina entre la población dominicana que, en su mayoría, ignora desde el concepto de Seguridad Social, hasta los derechos que consigna la legislación, aprobada hace dieciséis años y que pretende ser reformada próximamente.
Aunque aportan mensualmente un monto de sus salarios para cubrir el Seguro Familiar de Salud (SFS) y los Fondos de Pensiones, los ciudadanos del Régimen Contributivo consultados ignoran la utilidad de la ley, pero conocen muy bien lo que es la denegación de cobertura de procedimientos diagnósticos y de laboratorio y el copago por consultas cada vez que ellos, o uno de sus dependientes enferma. También están conscientes de que las pensiones que reciban, una vez lleguen a la edad de retiro, será muy ínfima.
Así lo refirieron veinte personas de diferentes estratos sociales y ocupaciones encuestadas por elCaribe, de las cuales, solo tres dijeron conocer lo que es la Seguridad Social, que en teoría se define como la protección que brinda una sociedad a los ciudadanos para asegurar el acceso a la asistencia médica y un ingreso económico en caso de vejez, desempleo, enfermedad, discapacidad, accidentes laborales, maternidad o viudez.
Profesionales, estudiantes universitarios, transportistas, amas de casa, profesores y empleados privados, coinciden en que la desinformación reinante impide el reclamo de sus derechos.
Así lo expresa la profesora Rosanna Rosario, quien sostiene que en este tiempo, ni al Gobierno ni al empresariado le ha interesado poner en marcha una campaña de información con esos fines: “A ellos no le gusta que la gente esté informada para que no reclame sus derechos”.
En ese sentido, los estudiantes universitarios, Pierina Alcántara e Isaac Javier, que están dentro del sistema como dependientes, consideran que debería educarse a la población sobre los pro y contra de la legislación y de manera concreta del seguro médico. “Los seguros no cubren nada. Siempre hay que pagar las consultas”, dice Alcántara.
El motoconcho Marcial Familia, quien posee un carnet del Seguro Nacional de Salud (Senasa) afirma que aunque tiene acceso a consultas médicas los “problemas fuertes y estudios caros” no se los cubre. “No sé de cuál seguridad social es que me hablan. Aquí si tú no tienes dinero te moriste”, afirma.
Mientras que, el abogado Frank Díaz considera que la reforma es oportuna y pertinente, pues todavía prevalecen brechas importantes por corregir en el sistema, como es la mejora del monto de cobertura y la inclusión de enfermedades que actualmente no se cubren.
En materia de pensiones, considera que las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) están usufructuando un dinero de manera inadecuada, en vez de mejorar los montos que recibirán los afiliados.
Ramón Oscar Valdez, importador de vehículos, afirma que la cobertura ha estado estancada desde 2001 cuando entró en vigencia el sistema, por lo que considera oportuno su actualización de acuerdo con el monto inflacionario. Se queja de que cada vez que precisa de medicamentos debe pagarlos casi en su totalidad porque su seguro no lo cubre.
Armando Guzmán, un criollo residente en los Estados Unidos, admite no estar familiarizado con el sistema de Seguridad Social dominicano, sin embargo, asegura que al emigrar del país hace 28 años los servicios de salud operaban mejor que en la actualidad.
“Cuando yo salí de aquí no había ARS, era un seguro por igualas para los del sector privado pero yo recuerdo que los hospitales funcionaban mejor que ahora. Yo considero que eso comenzó mal desde el principio porque es un negocio que sólo favorece a los comerciantes de la salud y la salud no es una necesidad cualquiera, es un derecho fundamental por eso no se puede comercializar, no se le puede dejar al sector privado”, argumenta.
Aunque paga religiosamente su seguro, José Rafael Vargas, un periodista que se dedica a la producción de televisión, señala que no conoce los beneficios y derechos que tiene dentro del régimen actual. Admite que utiliza poco su seguro médico, pues afortunadamente se enferma poco, pero que cuando lo ha utilizado ha debido pagar entre RD$500 a RD$1,000 por consulta.
Ni los maestros
La profesora jubilada Casilda Soto, tampoco tiene conocimiento de la legislación ni de los deberes y derechos que establece.
Aunque está asegurada en el régimen especial de los maestros (SEMMA), dice que también posee otro seguro complementario en el sector privado para algunas consultas que no consigue en la ARS de los profesores.
En tanto, Ramírez Rojas, técnico de televisión, considera que hay mucho por mejorar en la ley, y no ve con malos ojos que se aumente la edad de jubilación de 60 a 65 años como proponen las AFP si la persona se siente con capacidad de seguir trabajando.
Por su parte, el taxista Roque Urías Martínez, quien pertenece al Régimen Subsidiado, cree que si en el país no existiera tanta corrupción la cobertura de servicios de salud y pensiones pudiera mejorarse.
El Ministerio de Educación está llamado a enseñar Seguridad Social
Según el artículo 6 de la ley vigente, el Ministerio de Educación debe incluir en los planes de estudio de los niveles básico y medio un módulo orientado a educar a los ciudadanos sobre la seguridad social como un derecho humano y a explicar las características del Sistema Dominicano de Seguridad Social, sus derechos y deberes y las formas de aprovechar sus programas y opciones. De igual forma, lo harán las escuelas de formación técnica.
Hasta el momento, este mandato no se ha cumplido en las escuelas. l
La DIDA ha jugado un papel tímido en sistema
La Dirección de Información y Defensa de los Afiliados (DIDA), cuenta con un presupuesto definido y autonomía operativa. Es responsable de: promover el Sistema Dominicano de Seguridad Social e informar a los afiliados sobre sus derechos y deberes; recibir reclamaciones y quejas, así como tramitarlas y darles seguimiento hasta su resolución final; asesorar a los afiliados en sus recursos amigables o contenciosos, por denegación de prestaciones, mediante los procedimientos y recursos establecidos por la ley y sus normas complementarias; realizar estudios sobre la calidad y oportunidad de los servicios de las AFP, del Seguro Nacional de Salud (SNS) y las ARS, y difundir sus resultados, a fin de contribuir en forma objetiva a la toma de decisión del afiliado; supervisar, desde el punto de vista del usuario, el funcionamiento del Sistema Dominicano de Seguridad Social. La entidad cuenta con normas complementarias que establecen las funciones específicas y las normas y procedimientos para que los afiliados tengan un instrumento de defensa y orientación real. No obstante, ninguno de los encuestados sabía de la existencia de la entidad.