Por: José Herrera
Según las autoridades del actual gobierno de la República Dominicana el presupuesto del año 2021 será de $17,873.84 millones de dólares. Alegan que esta cantidad compone el 15.2% del producto interno bruto (pib), por consiguiente podemos asumir que el PIB para el próximo año será de $84,654.47 millones de dólares. En lo que se refiere a los ingresos que se obtendrán la predicción es de $12,867.48 millones de dólares, lo que significa un déficit fiscal de $5,026.36 millones de dólares, esto es, un 5.93% del producto interno bruto, porcentaje este, significativamente elevado.
Es de conocimiento nacional que el presidente Luis Abinader desistió de aumentar impuestos por $373.73 millones de dólares para completar los $12,867.48 millones establecidos en los ingresos fiscales.
Pensamos que todas estas proyecciones tienen un muy elevado error de estimación, pues la pandemia del coronavirus se encuentra en estos momentos al rojo vivo a nivel mundial y nosotros no somos la excepción.
No sé que parámetros utilizaron las actuales autoridades para determinar la proyección del pib, además del monto de las recaudaciones. Pero el retiro de aumentar los impuestos fue correcto, ya que si así lo hacían hubiese afectado el ingreso disponible de la población y por ende la demanda agregada.
Cuando se tiene una alta recesión económica (la cual tenemos), nunca los impuestos se deben aumentar, es más se debe hacer lo contrario, es decir, disminuirlos y aumentar los gastos. Sabemos que nuestro país tiene la presión tributaria más baja de America y que aumentarla es una necesidad, pero el momento de crisis que tenemos en la actualidad no aconseja hacerlo.
Recordemos qué hay alrededor de un millón y medio de dominicanos en capacidad de trabajar y no lo hacen (28%). En este caso la teoría keynesiana recomienda no aumentar los impuestos, pero sí aumentar los gastos gubernamentales, para acercarnos a un punto de equilibrio donde se obtiene pleno empleo.
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