Rep. Dom.- “Yo espero que las autoridades dominicanas hagan su trabajo, porque no sé cómo una persona sin recursos puede esconderse por tanto tiempo, no sé si ha habido una falla, pero creo que algo se tiene que hacer”, manifestó Edward Martínez, hermano de una joven que fue asesinada a golpes dentro de la bañera de su casa presuntamente por su esposo el pasado 29 de junio.
Marisol Martínez, de 44 años, nació en Boston, Massachussets, pero su familia es de origen dominicano. Su hermano la describió como una mujer trabajadora y bondadosa, además agregó que no le cabe en la cabeza cómo una persona tan buena muriera de esa forma.
El principal sospechoso, según las autoridades dominicanas, es Manuel Emilio Rodríguez Lachapel, de 44 años, que tenía junto a Marisol aproximadamente cuatro meses de matrimonio.
Pero a 117 días del asesinato aún la Policía Nacional no ha dado con el paradero del supuesto asesino de Marisol Martínez, y este hecho tiene desesperados a sus familiares y conocidos en Estados Unidos.
“Ella hizo muchísimas cosas por la comunidad de Boston, siempre se interesaba por la comunidad. Fue una dominicana ejemplar. Que le pase algo así y no haya todavía hasta esta fecha resultados tiene a las personas de la comunidad de Boston indignadas y muchas personas me preguntan dónde están las autoridades de Dominicana”, explicó Edward Martínez, quien vive en la actualidad en Estados Unidos.
Agregó que su hermana nunca le comentó de un conflicto matrimonial y que en ningún momento Rodríguez Lachapel mostró una conducta extraña. “Él era supuestamente de la Iglesia, él era supuestamente una gente devota a Dios”.
La mujer trabajó por varios años en una universidad de Estados Unidos y se mudó hace aproximadamente ocho años al país, en donde impartía clases de inglés.
En un video cedido a este diario se muestra a Rodríguez Lachapel junto a un amigo hace unos meses en dónde expresó lo siguiente:
“El señor me ha transformado a mí, ahora yo no sé a ti porque yo sí es verdad que estoy con el señor, claro que sí”, a lo que agregó que en ese momento no tenía otros amoríos y solo estaba con la esposa “con la que me casé y con la que Dios me mandó, ya todas las otras se fueron a pique”.
Según las declaraciones hechas por los vecinos del Barrio Ralma a reporteros de este diario, al momento de la tragedia escucharon que la pareja estaba discutiendo y que durante la madrugada se escuchó un estruendo y luego Rodríguez Lachapel escapó de la escena del crimen.