Santiago, Rep. Dom- La meta de todo dirigente político es ganar espacio en la sociedad de forma paulatina hasta llegar a la función más elevada en el gobierno, es decir, ser presidente de la república, para lo cual precisa de un trabajo constante, gallardía, responsabilidad, dinamismo, entrega y dedicación entre otras cualidades.
Todos estos dotes estaban muy bien reunidos en torno a la figura del hoy alcalde del municipio de Santiago y miembro del poderoso Comité Político del Partido de la Liberación Dominocana, licenciado Abel Martínez Dirán.
Su liderazo comenzó a emprender vuelo desde que asumió el cargo de Procurador Fiscal del Distrito Judicial de Santiago, labor que desempeñó apegado a los principios éticos y morales.
Cabe señalar que un gran empuje hacia la cima política lo recibió el licenciado Abel Martínez al ser electo por primera vez diputado, alcanzando el mayor porcentaje de votos entre todos los aspirantes a ocupar una curul en el Congreso Nacional.
En consonancia con su notable crecimiento el hoy ejecutivo municipal asumió la presidencia de la Cámara de Diputados, y desde esa posición saltó hacia el máximo organismo de dirección peledeista.
Sin embargo, lo que con mucho esfuerzo logró el licenciado Martinez comenzó a derrumbarse desde el mismo momento en que aceptó la candidatura a la alcaldía de Santiago, a pesar de su triunfo con alto porcentaje de votos durante las pasadas elecciones.
La agenda que regularmente desarrolla el presidente de la cámara baja al finalizar la sesión del día puede resumirse de la siguiente manera; recibir llamadas del presidente de la república, reuniones y condecoraciones a mandatarios de otras naciones, almuerzar o cenar con ministros u otras personalidades, para sólo citar algunos casos.
Por el contrario, la agenda del alcalde de un municipio cualquiera, pero en este caso el de Santiago, se basa en tratar de calmar las protestas de quienes reclaman el pago de sus prestaciones laborales, obras, recogida de la basura y la solución a otros males no menos importantes.
Tanto politólogos como integrantes de otros sectores coinciden en que la única razón por la cual Martinez aceptó la candatura a la alcaldía de Santiago, cuando era evidente que retendría su condición de diputado sin ningún tipo de dificultad, fue para complacer al doctor Leonel Fernández en su enfrentamiento con el presidente Danilo Medina.
En nuestro país hoy no se habla de Abel Martinez el futuro candidato presidencial o vice presidencial del Partido de la Liberación Dominicana, ya que este pasó de un líderazgo nacional a un liderazgo local y muy cuestionable por sus frecuentes enfrentamientos con regidores, comerciantes, miembros de la prensa y otros sectores tanto dentro como fuera de su propio partido.
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