Alex Ferreira ha vuelto a casa. Y lo hizo con su mejor versión, o al menos, la que más le gusta: abrazado a una guitarra, con un micrófono al frente y el estruendo de las manos que le agradecen cada canción.
Pisó Santiago de los Caballeros por primera vez en mucho tiempo (10 años, dijo en una transmisión en vivo la semana pasada) y ahora se prepara para hacerlo en su ciudad de cuna, en cuyas calles coloniales comenzó su camino.
Pero antes de llegar a Santo Domingo, el próximo viernes, hay que hablar de Santiago y uno de esos conciertos a guitarra y voz que acomodan el alma de sus fieles.
Fue el sábado por la noche, en Victorias, con el cielo nublado y bajo amenaza de lluvia que subió a una pequeña tarima sin más armas que su voz, su atuendo de completo negro y una guitarra que bien sabía llorar como poner a bailar.
Él no necesita de grandísimo esfuerzo para entretener por dos horas. Se basta con golpeteos de dedos en el cuerpo de su instrumento y el desgarro de las cuerdas.
Y llega siempre acompañado de un público casi de culto, que le ha empujado y crecido modestamente desde su debut en 2010 con “Un domingo cualquiera”, un disco del que ahora reniega un poco, no por nada mayor, solo porque ya no se ve en las canciones y la música que presentó.
El pasado sábado, 18 de noviembre, el derrumbe de uno de los lados del túnel del paso a desnivel de la avenida 27 de Febrero esquina Máximo Gómez provocó la muerte de nueve personas.
Tras este hecho, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones informó que realizarán una investigación que deberá determinar de manera definitiva las causas del indecente.
“Estamos ante un hecho muy lamentable, por lo que esperamos que deberán salir las explicaciones de lugar, que, aunque no logren restablecer los daños irreparables que ya se han ocasionado, deberán establecer los errores en diseño, construcción u omisiones estructurales que pudiesen ser causa de tan lamentable hecho”, puntualizó.