SAO PAULO. La Justicia Electoral de Brasil aprobó hoy en una ajustada votación la candidatura de la expresidenta Dilma Rousseff, destituida en 2016 por irregularidades fiscales, al Senado por el estado de Minas Gerais (sureste), informaron fuentes oficiales.
El Tribunal Regional Electoral de Minas Gerais (TRE-MG) decidió, por cuatro votos a favor y tres en contra, dar luz verde a la candidatura de Rousseff, la cual había sido objeto de una decena de impugnaciones.
El presidente de la corte, el juez Pedro Bernardes, decantó la votación al autorizar el registro de la candidatura de la exmandataria, siguiendo la opinión del instructor del caso, su colega Ricardo Matos de Oliveira.
El principal argumento de las impugnaciones era el juicio político que sufrió Rousseff y que desembocó a mediados de 2016 en su destitución como presidenta del país suramericano por irregularidades en el manejo de los presupuestos.
De acuerdo con esos pedidos, la ex jefa de Estado (2011-2016) tendría que ser considerada inelegible por ocho años para cualquier cargo público tras el juicio político en su contra que le despojó de su mandato.
Sin embargo, en la época, el Congreso decidió analizar por separado los dos asuntos y, en este sentido, determinó su destitución, pero rechazó casar sus derechos políticos.
Rousseff, candidata a la Cámara Alta por el Partido de los Trabajadores (PT), que lidera desde la cárcel el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, condenado por corrupción y vetado por la Justicia Electoral de concurrir a los comicios presidenciales, celebró el dictamen.
“La decisión del TRE de Minas Gerais sobre la legalidad de mi candidatura hace justicia conmigo. Siempre confié en la Justicia”, expresó Rousseff en un breve mensaje en redes sociales.
Según una encuesta del Instituto Ibope divulgada hoy, la expresidenta conseguiría el escaño en el Senado con un 28 % de los apoyos, frente al 15 % que obtendría su principal adversario, el periodista Carlos Viana, candidato por el Partido Humanista de la Solidaridad (PHS), de centro-derecha.
En la carrera presidencial, el PT decidió registrar la semana pasada al exministro y exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad después de que Lula desistiese de su candidatura tras ser inhabilitado por el Tribunal Superior Electoral.
El veto a Lula, quien cumple desde abril pasado una condena de 12 años de cárcel por corrupción y blanqueo de dinero, se produjo cuando el exmandatario lideraba las encuestas de opinión con cerca de un 40 % de las simpatías.
Desde su confirmación, Haddad viene en línea ascendente y en menos de una semana algunos sondeos ya le posicionan en segundo lugar, lo que le permitiría disputar una eventual segunda vuelta frente al ultraderechista Jair Bolsonaro, que lidera todas las encuestas divulgadas hasta la fecha.