Cannes, meca del séptimo arte, se subió al tren de la modernidad con la realidad virtual, las series y Netflix –cuya presencia generó controversia–, en una edición aniversario que cuenta con estrellas como Pedro Almodóvar, Sofía Coppola y Nicole Kidman.
La presencia de dos filmes en la selección oficial del gigante del streaming Netflix –The Meyerovitz Stories de Noah Baumbach y Okja de Bong Joon-Ho– desató las protestas de las salas de cine en Francia porque la legislación les impide proyectarlas, salvo que la plataforma estadounidense hubiera aceptado posponer su salida en Internet 36 meses.
A una semana de su inauguración, el festival lamentó haber pedido en vano a Netflix, con 100 millones de abonados en el mundo, que cediera. Así que decidió que a partir de 2018 todas las películas en competición deberán comprometerse previamente a ser distribuidas en las salas francesas.
Los organizadores negaron los rumores que mencionaban el retiro de los dos filmes de Netflix, cada vez más presente en el mundo del cine y cuyo modo de difusión suscita controversia a ambos lados del Atlántico.
Diecinueve películas compiten por la Palma de Oro que otorgará el jurado presidido por Pedro Almodóvar e integrado, entre otros, por Will Smith, Maren Ade y Jessica Chastain. Por primera vez desde 2002 no habrá ninguna película iberoamericana en competencia.
El cine latinoamericano sí estará en la sección Una Cierta Mirada, con la cinta argentino-chilena La novia del desierto, ópera prima de Cecilia Atán y Valeria Pivato; Las hijas de Abril del mexicano Michel Franco, producida por el venezolano Lorenzo Vigas; y La Cordillera del argentino Santiago Mitre, un thriller político con Ricardo Darín.
Otras tres películas latinoamericanas compiten por el Gran Premio de la Semana de la Crítica: La familia, ópera prima del venezolano Gustavo Rondón Córdova; Los perros de la chilena Marcela Said y Gabriel e a montanha del brasileño Fellipe Gamarano Barbosa.