Santiago. – Los jueces del Cuarto Tribunal Colegiado de esta jurisdicción, atendiendo a una petición de la Fiscalía de Santiago, hallaron culpable y condenaron a un hombre a cumplir 20 años de prisión, luego de que se le arrestara y sometiera por el asalto a punta de arma de fuego a un vigilante privado al que despojó del arma asignada para su servicio laboral, tras lo cual también lo hirió de bala. Acerca del hecho, ocurrido en agosto del año 2022, la Fiscalía de Santiago logró reunir los elementos de prueba suficientes para demostrar la responsabilidad penal del acusado Genderson Bautista Nina (Anderson), quien violentó los artículos 265, 266, 379 y 382 del Código Penal Dominicano, que sancionan la asociación de malhechores y el robo agravado, cometido en perjuicio de la víctima José Darío Cruz Núñez. Hablando en representación de la Fiscalía de Santiago, la fiscal Yeny Liranzo detalló que también se acusó al condenado de violar los artículos 66 y 67 de la Ley 631-16 sobre Comercio, Porte y Tenencia de Armas de Fuego, Municiones y Materiales Relacionados, por haber herido de bala, con un arma ilegal, a la víctima. Ante el Colegiado, integrado por los jueces Rubén Darío Cruz Uceta, Rubén Rodríguez y Yasmín de los Santos, la Fiscalía detalló los hechos en los que el procesado y una persona que le acompañaba a bordo de una motocicleta, sorprendieron en su lugar de trabajo, en el sector La Joya, a la víctima, y, apuntándole con un arma de fuego, lo amedrentaron y amenazaron para despojarlo de una escopeta marca Ege, calibre 9 milímetros. En un intento de la víctima por pedir auxilio, el acusado tomó su arma, una pistola Browning color niquelado, serie no legible, calibre 9 milímetros, y le disparó, alcanzándole en el dedo índice de su mano izquierda y el muslo izquierdo. Narra la fiscal litigante que ambos intentaron huir del lugar en la motocicleta en la que se transportaban, sin documentos, sin placa y sin llaves, la cual no lo lograron encender, por lo que se vieron obligados a huir a pie. Ante la presencia de moradores de la zona, el acusado trepó un árbol de mango, advirtiéndole los agentes policiales que se presentaron al lugar, que debía bajar. En la escena fueron recolectadas el arma ilegal que usaron para cometer el hecho delictivo, la escopeta sustraída, y la motocicleta, evidencias que fueron integradas al expediente.