Opinión

COOPERATIVAS, COVID-19 Y SECTORES PRODUCTIVOS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

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Por Raymond Familia, M. A.

 

El gobierno dominicano a través del Banco Central y el Ministerio de Haciendo ha venido tomando una serie de medidas de estímulos económicos para dinamizar la economía en este momento de crisis sanitaria por el Covid-19 que vive el País y el resto del mundo. Hemos vistos las declaraciones en los diversos medios del Gobernador del Banco Central, donde detallas las facilidades que se otorgan a través de las entidades de intermediación financieras, esto incluye bancos, asociaciones de ahorros y prestamos, entre otras entidades que figuran en la Ley monetaria y financiera 183-02.

Estas entidades son reguladas por la Junta Monetaria y supervisada por la Superintendencia de Bancos. Esto que leerán a continuación es un titular de prensa digital “Banco Central pone RD$100,000 millones a disposición de sectores productivos para mitigar impacto del covid-19”. Se refiere al conjunto de medidas monetarias y financieras que han sido adoptadas durante marzo y abril del 2020 por parte del Banco Central y la Junta Monetaria. El primer anuncio de estas medidas se hizo en fecha 17 de marzo de 2020, cuando la Junta Monetaria autorizó la liberación del encaje legal de las entidades de intermediación financiera, por un monto de hasta RD$30,133.4 millones, para ser canalizados como préstamos a los sectores productivos más afectados por el covid-19 y a los hogares, a tasas de interés no mayores de 8.0% anual. Posteriormente, en fecha 16 de abril de 2020, la Junta Monetaria flexibilizó estos criterios para permitir que las entidades de intermediación financiera puedan destinar la totalidad de estos recursos como préstamos para todos los sectores productivos, principalmente el sector exportador, turístico, construcción y agropecuario.

¿Y LAS COOPERATIVAS?

El motivo de este artículo es un llamado de atención, precisamente porque el objetivo del gobierno es que esos recursos lleguen a los sectores productivos y a los hogares conforme las palabras del Gobernador. El Sector Cooperativo de la Republica Dominicana es un sector sumamente fuerte, ha venido presentando un crecimiento asombroso en los último 10 o 12 años, que han cuatriplicado el tamaño de sus activos, logrando además un sorprendente crecimiento de participación en el mercado nacional, no solo a través de las actividades de ahorros y créditos, sino, que tanto en la agropecuaria, como en lo artesanal, entre otras actividades, realizan grandes aportes a la economía nacional. Este sector ha tenido un comportamiento de lujos durante la crisis sanitaria Covid-19. En mis redes sociales especialmente en Instagram hacia esta enunciación y felicitaba a las cooperativas por las medidas de flexibilidad tomada a favor de sus asociados, bajo las recomendaciones que le hiciera el Instituto de Desarrollo y Crédito Cooperativo IDECOOP. No es menos cierto que algunas aún no han acatado el llamado, pero podríamos decir que las principales cooperativas del país, entre ellas las cooperativas abiertas de ahorros y créditos y cooperativas de entidades públicas y privadas cuyas operaciones sumarian cerca del 80% de las operaciones del sector, están participando activamente, comprometidas con sus asociados, en cumplimiento fiel a los principios y valores cooperativos. Las cooperativas son entidades de la economía social y solidaria, y en estos momentos donde la solidaridad necesita ser practicada han hecho su labor, sin embargo, hay algunas informaciones que el ciudadano no cooperativista debe conocer sobre las cooperativas, para que valore un poquito más el esfuerzo que realizan estas entidades. Alguien me decía que ese mismo apoyo que yo mencionaba, lo estaban haciendo los bancos. ¿Cuál es la diferencia? me pregunta…

Las cooperativas en la República Dominicana no realizan intermediación financiera, esto quiere decir sencillamente, que las cooperativas realizan operaciones entres sus asociados. Estas entidades independientemente de que realicen actividades financieras como el ahorro y el crédito, no son intermediarias financieras, en tal sentido, no son reguladas por la Ley monetaria y Financiera de la República Dominicana y no reciben apoyo económico del Banco Central de la República. Esto quiere decir que de los RD$100,000 millones de pesos que Junta Monetaria ha puesto a disposición para financiar los sectores productivos, las cooperativas, no han recibido un centavo de ese dinero para llevar el financiamiento a sus asociados. Precisamente hablando de asociados, los asociados delas cooperativas en su gran mayoría son pequeños y medianos empresarios (sector productivo), muchos de ellos, informales, que han sido incluido financieramente gracias a cooperativas ubicadas en sus comunidades, ya que, la burocracia en cuanto a los requerimientos exigido por los bancos tradicionales dificulta el acceso al crédito a los pequeños y medianos empresarios informales y formales, y las cooperativas han sido los grandes aliados para que estos puedan en algún momento cumplir con los requisitos y ser bancarizados, contribuyendo con esto de manera extraordinaria al fortalecimiento del sistema financiero robusto que exhibe hoy el País.

¿CÓMO AFECTA A LA ECONOMÍA DEL PAÍS QUE LAS COOPERATIVAS NO RECIBAN EL APOYO DEL ESTADO EN ESTOS MOMENTOS DE “CRISIS SANITARIA COVID-19”?

A falta de una Superintendencia de Cooperativa, este sector se queda sin lo que llamamos, prestamista de última instancia, que vendría a realizar, la función que el Banco Central está realizando con los bancos tradicionales, las operaciones de liquidez solo van hacia la banca regulada por Bancentral y esto no es suficiente para apalear crisis ni tampoco para dinamizar la economía, ya que, discrimina sectores vulnerables que no puede acceder a los beneficios financieros a través de la banca, por las razones anteriormente expuestas.

No podemos negar el crecimiento del PIB que ha venido presentando la economía en la República Dominicana, sin embargo, a pesar de este crecimiento, seguimos generando empleos informales, y la informalidad de una gran cantidad de pequeños y medianos empresarios, no ha podido solucionarse junto al crecimiento experimentado. Esto ha traído como consecuencia, un menor crecimiento de los ingresos fiscales y cerca del 60% de los empleos están en la informalidad, la gran mayoría de ellos carecen de seguro de salud y de otros beneficios que recibe el empleado formal. La gran mayoría de los pequeños empresarios, que realizan operaciones de día a día, no tienen cuentas en los bancos tradicionales, por lo tanto, están quedando fuera de los beneficios en estos momentos de crisis. Estos pequeños comerciantes han sido acogidos por las cooperativas, y han visto su ascenso económico y social gracias al apoyo financiero de la economía social y solidaria, no obstante, las cooperativas no pueden llevar las condiciones de flexibilidad financieras, que quisieran, porque ellas no están recibiendo el mismo apoyo que recibe la banca tradicional, en tal sentido el sector productivos más vulnerable no recibe las condiciones financieras que están recibiendo los empresarios formalizado.

Muchos dirán que, porque no se formalizan, yo digo, ese es otro tema para discutir, la realidad es que nuestro País tiene este escenario económico y es responsabilidad del Estado buscarle una solución a este gran problema que podría estar afectando a la gran mayoría de los hogares, sobre todo, a los que menos tienen. Hay que establecer mecanismos donde las entidades cooperativas puedan recibir apoyo del gobierno con las garantías de sus activos para que estas puedan ayudar de manera más efectiva a los sectores productivos, sobre todo los de las zonas rurales del país y los pequeños y medianos empresarios, que son los grandes generadores de empleos. No podemos ignorar el crecimiento del sector cooperativo y el rol que juegan en el proceso de apalancamientos que esos empleados informales y pequeños y medianos comerciantes informales realizan para sostener sus negocios y sus familias. El sector cooperativo cuenta con mas de dos millones de asociados adultos, económicamente activo, precisamente se asocian a las cooperativas para ver crecer sus negocios, o para adquirir productos básicos del hogar. Mas de 1,180 cooperativas existen en el país y cerca de 700 grupos o cooperativas en proceso de incorporación esperan cumplir con los procedimientos para ser acreditado como cooperativas en los próximos meses.

Es el momento de actuar y apoyar las cooperativas, estamos en espera de la aprobación de una Ley que cree una Superintendencia de cooperativas y que además establezca una entidad que realice la función de prestamista de última instancia para que este sector no sea discriminado en tiempo de crisis y para mitigar el riesgo sistémico del sistema financiero nacional, sin embargo, eso puede tardar. Mientras tantos entendemos, que como en circunstancia normales, los bancos intermedian con las cooperativas y Bancentral en sus operaciones, ya que, el dinero de las cooperativas termina en los bancos, no obstantes, en tiempo de crisis, si estos no transmiten los beneficios de política monetaria que le otorga el Banco Central a las cooperativas, estaríamos dejando fuera al 60% del mercado que esta en la informalidad, y las consecuencias lógicamente serian, de que no habrá una reactivación real de la economía, por lo menos, no de manera inclusiva. Esto obstaculiza las buenas intenciones del gobierno de querer transferir apoyo a los sectores productivos, ya que, las cooperativas juegan un rol especial, llegando a un mercado donde no llegan los bancos y fidelizando una serie de sectores productivos en los distintos barrios y zonas rurales que deben recibir apoyo para reactivarse.

Las cooperativas prácticamente se han autorregulado por la necesidad de una Ley que la regule de manera prudencial y que le permita un mayor portafolio de productos financieros para sus socios, han demostrado con su autorregulación que, en tiempo de crisis, han sido, menos afectadas que los bancos. Recordemos las crisis financieras del 2003, donde la banca sufrió grandes daños y las cooperativas no se vieron afectada. Esto demuestras que el sector no solo es fuerte sino, que también responde a una buena gestión administrativa, como lo ha resaltado la Fundación Reservas del País que ha realizado operaciones de miles de millones de pesos con el sector y la morosidad ha sido “cero”. Estos se deben a que las cooperativas mantienen activos que son menos líquidos que sus pasivos. Es tiempo de entender que este sector debe ser tratado en igualdad de condiciones, en los momentos de crisis, para que podamos cubrir como país todos los sectores productivos, entendiendo que, en el caso de las cooperativas, claro está, deben comprometer activos como garantía.

Aunque el Banco Central puede suprimir completamente el riesgo de liquidez de los bancos tradicionales, no puede evitar que crezca el riesgo de liquidez en el sector financiero si las cooperativas no reciben las facilidades que se le otorgan a la banca en estos momentos que el país necesita la inclusión de todos los sectores para poder reactivar la economía pos Covid-19, aliviar el estrés de liquidez debe ir más allá del sector bancario tradicional.

 

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