Por Alexis Rodríguez
De acuerdo con la teología modalista de los pentecostales unicitarios (también llamados Sólo Jesús, apostólicos, pentecostales del nombre de Jesús, etc.) Dios es uno y no existen posibilidades de pluralidad dentro de la unidad de Dios. El Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, son títulos que se refieren al mismo ser. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son sólo títulos, roles, manifestaciones, modos de actividad, o aspectos relacionales para con los hombres. Esto es, ligeramente editado para ahorrar espacio, lo que David Bernard dice en Essentials of the Oneness Theology, p.8.
Como podemos ver, ellos niegan la Trinidad rotundamente. Entre los argumentos que usan para criticar la Trinidad está el popular “¿A cuántos veremos en el trono cuando lleguemos al cielo?” Con esta pregunta piensan que destruyen la posición cristiana en cuanto a la pluralidad de personas en la Deidad o el Ser de Dios. La pregunta en sí adolece de varias falacias:
La pregunta nace de la premisa de que en el cielo veremos con la misma capacidad de percepción visual que poseemos en esta dimensión de tiempo, espacio y materia. Esta idea simplista es destruida por la Biblia en todos los pasajes donde diferentes personajes tienen oportunidad de escudriñar la dimensión celestial. El sirviente de Eliseo pudo ver la multitud de ángeles luego que Dios abrió sus ojos (2 R. 6:17), Esteban tuvo el privilegio de ver a Cristo en el cielo junto con el Padre (Hch. 7:55). El proceso sobrenatural por el cual Dios les permitió ver cosas que con el ojo natural de esta tierra no es posible ver, no lo conocemos. Cabe señalar que lo que ellos vieron no fueron visiones en la mente, sino realidades objetivas y externas. Por lo tanto, el primer paso para responder al modalista es no aceptar su premisa. Es una falsa premisa. No sólo es falsa sino también antibíblica, niega los nuevos atributos del cuerpo de la resurrección y las leyes de la física en la dimensión celestial.
La pregunta es inconsecuente cuando es confrontada con la evidencia bíblica de la existencia de tres personas en la Unidad de un solo Dios.El modalista es muy dado a señalar la visión de Juan en Apocalipsis 4:2: “Y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono UNO sentado.” El hecho de que el versículo diga UNOes, según el modalista, prueba irrefutable de la unicidad de Dios. Aquí es importante indicarle al modalista que la palabra UNO no está en el texto griego. Pero si estuviera, ¿sería en referencia a qué? ¿A una persona o a un Dios?Para desaliento del modalista, en el capítulo 5 de Apocalipsis, a unos pocos versos de distancia, encontramos al que estaba en el trono (Ap. 5:1) – el Padre, según el contexto. También encontramos al Cordero, el único digno de abrir el libro, el cual se acerca al trono y toma el libro de la mano del que estaba en el trono. La identidad del Cordero es irrefutable, es Jesucristo. El punto es que hay dos personas claramente distintas en el texto. Lo mismo sucede en Apocalipsis 21:23 y 22:3-5, donde el texto describe claramente a dos personas. El modalista no tiene respuestas con sentido para estas cosas.
¿Qué veremos en el cielo? La promesa es que “conoceremos como somos conocidos.”Ahora vemos oscuramente pero entonces veremos cara a cara. Ahora conocemos en parte, pero entonces le veremos tal como él es (1 Co. 13:12; 1 Jn. 3:2). Nosotros creemos en la promesa de Dios, lo veremos tal como es, en su naturaleza triuna. ¿Cómo será eso? Yo no sé, pero sé que le veremos. No le veremos como las imágenes de tres cabezas que el pobre artista trató de plasmar, algo que Dios prohibe. Esas imágenes no sólo son ilegales de acuerdo con la ley de Dios, sino que además son utilizadas por las mentes simplistas de los antitrinitarios para burlarse de la Doctrina de la Trinidad. Recordemos que estamos tratando con el Dios al cual sólo podemos comprender en parte. Si tuviéramos un Dios al que pudiéramos comprender totalmente, nosotros seríamos Dios.