Opinión

Danilo da otro salto al vacío

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Por Andrés Bonilla.

Rep. Dom. – “Tranquilos que no les va a pasar nada, sólo venimos a robarles a los ricos”, “Comando estamos aquí cuidando, deme todo lo que me trajo, algo para cenar”, “El anti-social entró a mi oficina y me sorprendió con una arma de fuego niquelada, me apuntó, luego me amarró las manos con un tairrá, llevándose consigo el dinero menudo que yo estaba contando en ese momento”; esas son sólo tres de las tantas expresiones sobre los hechos delictivos que se producen a diario en nuestro país. El cuadro demuestra que en términos de seguridad ciudadana la Republica Dominicana lleva un rumbo equivocado.

La primera manifestación es de uno de los integrantes de un grupo de delincuentes encapuchados, que el viernes seis del presente mes de julio asaltaron a varias personas en una villa de la emblemática zona turística de Casa de Campo en la Romana, en la parte este este del país, de donde sustrajeron prendas, dinero en efectivo y celulares y otras pertenencias.

La segunda manifestación se produjo un día después del asalto a la villa en Casa de Campo y es de un miembro de la patrulla mixta creada por disposición del presidente Danilo Medina, en un nuevo intento por contrarrestar los altos niveles de la delincuencia que afecta a todo el país. El intento de “macuteo” fue contra el periodista José Monegro, director del periodico El Día, y ocurrió cuando el comunicador se trasladaba desde el Aeropuerto Internacional de Las Américas a su vivienda con su familia, tras agotar una amplia agenda de trabajo en la República de China Popular.

La tercera e impotente expresión es del señor Yamemoris Sasaki, propietario del supermercado San Vicente, del poblado de Bahoruco, quién fue asaltado a punta de pistola por parte de dos sujetos que de desplazaban en una motocicleta, los cuales lo despojaron de unos cien mil pesos en efectivo. El comerciante dice darle gracias a Dios por el hecho de salir con vida del aquel percance ocurrido el lunes nueve del presente mes de julio a plena luz del día.

Son tres ejemplos, que no incluyen los atracos que concluyen con el asesinato o las heridas causadas a la víctima o del víctimario, pero que si les dan en la cara al gobierno, quién no ha querido entender que la reducción de la inseguridad no se logra integrando a los militares al patrullaje que realiza la Policía Nacional. Una vez más la delincuencia le ha tumbado el pulso a las autoridades, quién no han logrado controlar a una minoría que mantiene e incertidumbre a la mayor parte de la sociedad dominicana. Fue el día cinco de este mismo mes cuando los militares retomaron las calles por orden del presidente Medina.

Ciertamente una amplia franja de los dominicanos ve con muy buenos ojos el patrullaje combinado entre miembros de la Policía y miembros del Ejército Nacional, no porque sea la solución, sino porque el ambiente de temor y de desesperación le da entender a esa franja que en nuestro país hay que controlar la delincuencia a como de lugar.

Los frecuentes asaltos y otras acciones delictivas han ido ganado terreno de forma alarmante en los últimos meses en toda el país, y hoy es dichoso el ciudadano que logra salir vivo de un asalto. Ya el precio de una vida en nuestro territorio es el mismo precio de un celular o de un motor. Durante el acto el delincuente no se detiene a valorar si el teléfono móvil por el que comete el atraco es de una alta tecnología, o a observar el año o la marca de la motocicleta que lo ha motivado a cometer la acción delictivo.

Los expertos han sido reiterativos en proponer a las autoridades diseñar y adoptar un plan de mayor coherencia y con la inversión que sea necesaria para lograr el retorno del sosiego a las familias dominicanas. Se le ha propuesto al oficializado reducir los altos niveles del desempleo, mejorar la calidad de la educación, darle seguimiento a los criollos deportados, detener la corrupción, contrarrestar los altos precios de la canasta familiar e implementar otras medidas no menos importantes.

Contrario al sentir de la sociedad civil, del empresariado, del liderazgo de la oposición política y de otros sectores de la sociedad con relación a las vías para llevar tranquilidad a las familias, las autoridades entienden que lo más prudente es ampliar la tarjeta solidaridad a favor de los pobres y mandar los guardias a las calles con sus armas en la mano a intimidar a la población.

Como todo el estudiante de muy bajo rendimiento el gobierno se quemó en materia de seguridad ciudadana y todo por la falta de prevención, coherencia y voluntad política para garantiza un clima de paz y tranquilidad a la ciudadanía, es decir, el Estado Dominicano con el presidente Danilo Medina a la cabeza, al disponer el patrullaje mixto ha dado otro salto al vacío.

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