El presidente de los dominicanos, licenciado Danilo Medina Sánchez, rompió el protocolo que regularmente caracteriza la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, en esta ocasión en su versión número 72, y tras dejar sólo a sus homólogos que participaban en el cónclave, emprendió vuelo con regreso a la patria que lo vio nacer.
El vino a ponerse al frente del operativo realizado por el Centro de Operaciones de Emergencias, el cual tenía como meta evitar muertes a causa de las inundaciones y deslizamientos de tierra provocados por los aguaceros generados por el Huracán María a su paso por aguas del Océano Atlántico.
En una sociedad donde predomina el criterio político populista el gesto del presidente Medina deja resultados políticos my positivos, sobre todo cuando se aspira a una nueva reelección en el cargo. Cabe señalar que el común de la gente entiende que el mandatario hizo lo correcto al anticipar su regreso al país.
Sin embargo, al margen de las interpretaciones de una amplia franja de la población, los sectores más pensantes, fundamentalmente aquellos que claman por el respeto a la institucionalidad, argumentan que el mandatario debe actuar, como dice la Biblia, « dejar a César lo de César y a Dios lo que es de Dios».
La función del ministro de Obras Públicas, en tiempo de peligro o en época normal, al igual que la labor del Ministerio de Salud Pública, de los Comedores Económicos y de otras instituciones, cuyas cabezas fueron designadas por el propio presidente Medina, están bien definidas en cada uno de nuestros ordenamientos.
Ayer Medina inició un recorrido por las zonas más afectadas por el Huracán María, el cual continúa hoy, y aunque las visitas puedan interpretarse como una manifestación de solidaridad por parte del mandatario hacia los afectados por el mal tiempo, es preciso recordar que, es a cada organismo a quien corresponde ofrecer un informe al gobierno sobre la magnitud de los daños.
Nadie, absolutamente nadie puede disputarle al gobernante la facultad de recorrer las comunidades donde el fenómeno provocó mayores estragos, pero cada ser humano tiene derecho a interpretar a su maneral rol que está jugando el titular del Poder Ejecutivo en el actual panorama de desastres en la mayor parte de la nación.
Se entiende, y para entenderlo no hay que ser un politólogo, que tal y como el mandatario delegó su discurso en la Asamblea de la ONU en el canciller Miguel Vargas Maldonado, pudo dejar a las autoridades del COE y a los funcionarios de Obras Públicas, de Salud Publica y de otras instituciones hacer su trabajo, aunque resultado político a su favor sea menor del esperado.
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