Por Delvis Durán.
El expresidente Joaquín Balaguer fue reconocido durante su accionar político como un gran estratega, quizás el mejor, en momentos se le atribuían episodios que ni por los pensamientos del doctor Balaguer pasaban, pero sin dudas sabía adelantarse a los acontecimientos e ir varios pasos adelantes de sus adversarios, mi juventud no me permitió vivir los mejores años de Balaguer, la mayoría de sus hazañas son contadas por los que él enfrentó.
Mi juventud no me permitió vivir a Balaguer, pero me da la oportunidad vivir e incluso usar la brujería o intentar adelantarme a las estrategias certeras del hoy presidente de la República, Danilo Medina.
Al igual que a Balaguer, Danilo Medina tiene la fortuna de que se les atribuyan triunfos estratégicos que él nunca pensó, pero eso no es más que un reconocimiento por lo que he capaz de hacer.
Danilo es de poco hablar, ni sus más cercanos colaboradores pueden alardear tener información de primera mano de lo que piensa o pretende poner en acción el líder político. Ha sabido crear una estructura política dentro y fuera de su partido, penetró todos los sectores de la sociedad dominicana, a pesar de estar entre los actores principales de la política dominicana en los últimos 25 años, goza de gran amistad entre sus adversarios, no es rechazado para alianzas, acuerdos o apoyos circunstanciales, pero si es temido por las respuestas sin palabras que pueda dar a determinados acontecimientos.
Su oratoria no fue una de sus virtudes para ascender al poder, pero su juego político y su gran experiencia lo han convertido en un expositor de peso.
Danilo Medina logró modificar la constitución para reelegirse en 2016 y obtener el histórico 61 % al que nadie había llegado, venciendo el fantasma de quien modifica la constitución no gana, para lograr esa hazaña Danilo debió contar con el respaldo de todos los sectores de la sociedad dominicana, no solo aprobación a su gobierno, una aprobación a la persona.
Danilo logró una mayoría dentro de las estructuras del PLD, no forzó la modificación de la constitución para una nueva reelección en el 2020, más bien promovió un delfín que ganó las primarias de su Partido, con la salida de Leonel Fernández, queda como el líder hegemónico del PLD.
Adelantándose por sino podía modificar la constitución, Danilo promovió en la ley electoral y de partidos políticos que las primarias internas fueran abiertas y que la JCE fuese el órgano regulador para de esa manera poder promover un delfín.
Usted diría, pero al presidente les convenían cerradas porque tiene control del PLD, pero no era solo ganar la candidatura presidencial, también quería los demás puestos electivos y que participaran precandidatos de toda la sociedad, así logró incorporar candidaturas de figuras de los medios de comunicación, grupos empresariales y sociales que hoy ostentan candidaturas en el PLD para el 2020.
Danilo Medina se ganó la imagen de un hombre cercano a la gente, sus brincos de charcos, besos y abrazos en las visitas sorpresas, rompió la barrera entre la gente y la banda presidencial, algo tan significativo que sus relevos en Palacio Nacional estarán obligados a continuar las visitas sorpresas.
Usted puede estar de acuerdo o no con Danilo Medina, pero sin dudas es el político que tiene el control de la agenda política del país.
Delvis Durán
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