Por Lic. Elèxido Paula
Rep. Dom. –Los altos niveles de corrupción e impunidad que invaden, ahogan y arropan al gobierno peledeísta, a través de la depredación sin límites de los recursos y bienes del Estado, concomitantemente a la arrabalización política y la anomia social a que este gobierno ha sometido al país, es lo que ha degenerado una verdadera degradación institucional y política en la República Dominicana.
El Estado dominicano y sus instituciones han sido secuestradas por unos funcionarios cuyo modus operandi es la mentira, la trampa, el soborno, chantaje, simulación, el truco, la cuña, la complicidad, el nepotismo, privilegio, corrupción e impunidad; todo ello sin el menor escrúpulo, vergüenza, temor ni pudor.
En los gobiernos del PLD ha prevalecido con creces y se ha hecho norma, actuar desde las instituciones públicas a espalda de la constitución y la ley, recurriendo a la demagogia, la chapucería, el cortoplacismo, clientelismo; a los subsidios antojadizos e irresponsables, al “te doy un chance” a la famosa práctica de “buscarle un bajadero”, cómplice y burdo a todo.
La falta de carácter, el mal uso de la autoridad y el silencio desolador, irresponsable y desesperanzador del presidente Danilo Medina ante tantos y tantos espeluznantes, horripilantes y horrorosos actos delincuenciales, de violencia y corrupción tienen a la población y al país en un constante escándalo y al borde de un estallido social de imprevisibles consecuencias.
La prensa nacional reseña que “en dos años, destituyen a 9 funcionarios por corrupción y crimen, instituciones como: OMSA, CEA, INAPA, OISOE y CORDE fueron sacudidas por hechos que escandalizaron al país, y en los últimos dos años se registraron 5 muertes en hechos vinculados a la corrupción” (El Caribe 18/10/2017, pág. 4).
La población dominicana siente, padece y sufre profundamente el descalabro social, moral e institucional instaurado por una mafia enquistada en el poder, cuyos tentáculos y resortes son movidos y motorizados por el comité político desde el solio presidencial.
La mayor presión social al gobierno del presidente Danilo Medina la ha generado los casos de corrupción e impunidad; produciéndose un repudio colectivo desde el movimiento Marcha Verde con la presencia activa y dinámica de cientos de miles de ciudadanos y ciudadanas movilizándose en las calles de casi todo el territorio nacional. La firma encuestadora Mark Penn afirma que el 66% simpatiza por Marcha Verde y el 84% ha oído hablar de ella.
Si la compañía de encuesta “Consultaría Interdisciplinaria en Desarrollo S.A. (CID) dice que el 79% de los dominicanos percibe que vamos por el rumbo equivocado, desde el año 2009 hasta la fecha es porque hay un brote arraigado de pesimismo y un descreimiento en las autoridades e instituciones públicas, La Confederación Internacional (OXFAM – Reino Unido) formadas por 17 organizaciones no gubernamentales nacionales y que realizan labores humanitarias en 90 países, nos ha suministrado datos escalofriantes y que nos pone de manifiesto que vivimos en una nación desarticulada y desahuciada, al borde del colapso y la destrucción institucional y política, veamos: “para este año 2017 el monto de los fondos malgastados sobrepasa los RD$ 90,000 MM. equivalente a cerca del 13% del gasto total del gobierno central”.
El informe en cuestión identifica indicios de duplicidades de funciones en al menos 77 instituciones públicas, de las cuales 34 son dependencias sectoriales y 43 consejos o comisiones. OXFAM, además señala que la corrupción tiene un costo anual estimado en unos RD$ 26,000 MM., el 0.7% de PIB. en el 2017; por concepto de botellas y duplicidad de funciones, fondos para el uso discrecional, publicidad, viáticos, clientelismo, propaganda, entre otros.
Lo peor de todo es que este gobierno, el de la “fábrica de presidentes” pero donde sólo se postulan y gobiernan dos, ha permeado, envenenado y contaminado a los demás poderes del Estado y sus instituciones.
Las comisiones de Ética y de Veedurías creadas por decreto presidencial para vigilar, observar, detectar y denunciar los actos ilícitos y de corrupción en las instituciones públicas ha sido un fracaso porque la corrupción es tan penetrante en el gobierno morado que lo invade todo. Dichas comisiones solo sirven de parapeto, de distracción, para entretener, para alargar procesos y de aprobar lo que simplemente funciona y encubrir a los mismos funcionarios.
En definitiva, el gobierno del PLD y Danilo Medina ha degradado de manera asombrosa las instituciones del Estado dominicano y ha prostituido y pervertido a niveles insospechables la actividad política.
Los más sonados y espectaculares escándalos de corrupción, nunca visto, ocurridos con inusitada frecuencia y a la velocidad de un rayo, es lo que nos permite expresar que estamos ante el partido y el gobierno más corrupto de la historia de nuestro país: el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).