Discurso Rectora Licda. Haydeli Toribio, MA en la VI Graduación Ordinaria del Recinto UTESA Dajabón

“Cuando el poder del amor sea más grande que el amor al poder,
el mundo conocerá la paz”
Jimi Hendrix

Buenos días, Dr. Príamo Rodríguez Castillo, Gran Canciller del Sistema Corporativo Universidad Tecnológica de Santiago, UTESA, Licda. Ramona Rodríguez, Gobernadora de la Provincia Dajabón, Monseñor Diómedes Espinal de León, Obispo de la Diócesis Mao-Montecristi y Presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano
Señores representantes de la provincia en el Congreso Nacional.
Distinguidas autoridades de la Junta Universitaria, Vicecancilleres y los Rectores de UTESA Sede y los Recintos que nos honran con su presencia.
Señores del Claustro Universitario del Recinto UTESA- Dajabón
Invitados especiales, autoridades civiles, militares, eclesiásticas, señores de la prensa, graduandos y familiares

Apreciados graduandos

Hoy es un día de júbilo para todos nosotros, en especial para ustedes que logran una meta importante en sus vidas, para sus familiares que los apoyaron y para nosotros, UTESA, por ser la institución que ustedes eligieron para su formación, hecho que nos llena de orgullo y satisfacción.

Quiero compartir con ustedes un tema de relevancia nacional e internacional y que nos concierne a todos.

En los últimos años, tanto en la República Dominicana como en el debate internacional, se hace referencia al concepto de desarrollo sostenible, como base para el progreso económico futuro. Nuestro estilo de vida ha cambiado, las industrias, los servicios, la forma de comunicarnos, todo cambia muy rápidamente, a causa de los grandes avances de la ciencia y de la tecnología, y temas como los problemas ambientales, la justicia, la paz, el respeto a los derechos humanos, son cada vez más importantes en el debate sobre la definición de modelos de desarrollo futuro.

Ese desarrollo sostenible descrito por el Informe de la Comisión Bruntland de 1987, es el desarrollo que satisface las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades”.

Las dimensiones del Desarrollo Sostenible son la sociedad, el medio ambiente, la cultura y la economía, las cuales están interconectadas en la búsqueda de una mejor calidad de vida. Estas dimensiones están descritas por la ONU en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, para el año 2030, también conocidos como objetivos mundiales, y hacen un llamado a poner fin a la pobreza, a proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad.

Estos incluyen temas altamente prioritarios para la región, como la reducción de la desigualdad en todas sus dimensiones, un crecimiento económico inclusivo con trabajo decente para todos, ciudades sostenibles, cambio climático, entre otros.

Queremos centrar nuestras palabras en el Objetivo 16 que dice:

Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles.

Las metas para lograr este objetivo y que hacen una especie de radiografía de la realidad social dominicana son las siguientes:

•    Reducir considerablemente todas las formas de violencia…
•    Poner fin al maltrato, la explotación, la trata, la tortura y todas las formas de violencia contra los niños.
•    Promover el estado de derecho en los planos nacional e internacional y garantizar la igualdad de acceso a la justicia para todos.
•    Reducir de manera significativa las corrientes financieras y de armas ilícitas, fortalecer la recuperación y devolución de bienes robados y luchar contra todas las formas de delincuencia organizada.
•    Reducir sustancialmente la corrupción y el soborno en todas sus formas.
•    Crear instituciones eficaces, responsables y transparentes.
•    Garantizar la adopción de decisiones inclusivas, participativas y representativas que respondan a las necesidades a todos los niveles.

Siendo jóvenes profesionales, cómo podemos aportar a que nuestro país logre este objetivo desde nuestras familias, desde el lugar de trabajo, desde mi barrio o comunidad?

Podemos:
1. Contribuir al fortalecimiento de un Estado de Derecho, y con ello a nuestra democracia, conociendo, cumpliendo y respetando la Constitución y las leyes que rigen nuestro país.
2. Evitar toda forma de violencia, infantil e intrafamiliar, ya sea física, sexual o psicológica.
3. Tener decisión firme de decir NO a todo tipo de soborno y corrupción en el lugar de trabajo ya sea público o privado.
4. Promover una cultura de paz.

El Dr. Príamo Rodríguez Castillo (2010) en uno de sus discursos dirigido a los graduandos, en la Sede de nuestra Alta Casa de Estudios, se refirió a la pérdida de la paz y a la deshumanización de la vida, diciendo ” El peor mal que nos ha traído este siglo, al mismo tiempo que la crisis económica y financiera, ha sido la deshumanización, la pérdida de la paz, del sentido de justicia y de libertad humana”

Hoy, al igual que en otros tiempos tormentosos de nuestra historia, necesitamos promover esa cultura de paz en todos los ámbitos de nuestras vidas, comenzando en los hogares, en las comunidades, lugares de trabajo, en las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, en los medios de comunicación, en los partidos políticos, y con los demás países de la región.

Una de las causas de la violencia es la desigualdad en las oportunidades. La principal vía para reducir esa brecha de la desigualdad, es la justicia social, y en ese orden la educación ocupa un lugar preponderante, una educación inclusiva con equidad y de calidad para todos.

La construcción de una cultura de paz es un proceso permanente que nos concierne a todos y supone un cambio de mentalidad individual y colectiva. Por eso si queremos cambios en el país, en la educación, en la salud, en el cuidado del medio ambiente, en la administración pública, en el respeto a las leyes, lo primero que tiene que cambiar es la gente. En su forma de pensar y de actuar.

Este es el primer paso a una evolución del pensamiento social, a una sociedad más justa basada en la inclusión y que promueve la equidad como base sólida para una convivencia social positiva, donde se fomentan la democracia y los derechos humanos.
Dijo el Papa Francisco “También Jesús vivió en tiempos de violencia. Él enseñó que el verdadero campo de batalla, en el que se enfrentan la violencia y la paz, es el corazón humano. Si el origen del que brota la violencia está en el corazón de los hombres, entonces es fundamental recorrer el sendero de la no violencia en primer lugar en el seno de la familia”

Estimados graduandos, amigos y familiares, los invito a que trabajemos juntos, por un verdadero Estado de Derecho, por una cultura de paz, por un desarrollo humano sostenible,

Muchas gracias.
Haydeli Toribio, MA
Rectora Recinto Dajabón

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